¡Gramos de calumnia, kilos de infamia!

Que ha bajado el índice de población vulnerable o pobreza rural y citadina, según las estadísticas informa la prensa, pero si se sabe que las empresas proporcionadoras de tales datos son firmas a sueldo de los gobiernos de turno y de la gran mayoría de políticos que compran a granel tales cifras.

Es por ello que los medios de comunicación más que informarnos, nos toman por tontos y lo único que hacen es mentirnos tal como lo hizo el horario estelar del Canal 5, de hace más de dos años, sacaba en su noticiero de fin de semana, un gran y original reportaje, digo original porque hay que tener buenas ideas, con sustento y un poco de credibilidad, para sacar en cartelera televisada: "Una gran y triste injuria con toda la mala intención de hacerla pasar por cierta".

El paquete de la "exclusiva vivienda”, que recibió Milagritos Cerrón más conocida como la Niña Sirenita incluía también, conspiraciones y espionajes que superan la ficción.

Un vigilante permanente y dos célebres enfermeras que iban disimuladamente tomando nota de todo, las 24 horas del día, informando quiénes entraban y quiénes salían sin nada que envidiar el estilo del reglaje de moda de Ollanta Humala.

Pues bien, Panorama, Canal 5, le hizo una vil trampa ilícita a Milagritos, que va contra todos los derechos del Código del Niño y el Adolescente copiando un poco la tendencia del ilustre programa dominguero, Punto Final, la editó sin piedad alguna.

Una de las enfermeras después de haber inducido a la menor a una dulce y agradable tertulia, con filmadora y grabadora de voz en mano a contar "las miserias de sus padres", fue a mostrarlas con denuncia incluida a la televisión, lo curioso es que una de estas profesionales era también madrina de Milagritos, tal conversación fue en realidad un abuso de confianza en términos coloquiales y un delito en términos de la evaluación del Derecho, y para la niña fue un acontecimiento más, que todo "quedaba en familia", esto según la versión de los padres de la niña.

Las grandes e íntimas hadas madrinas fueron con sus vídeos hechos en casa a venderles las perlas a los cerdos que se las habían exigido al más puro estilo del mercado de esquina de barrio, vendo gramos de calumnia, compro kilos de infamia, por un sencillo te doy un atadito de difamación.

Y la bomba explotó, pues cuando un canal recibe la orden "del más allá" de fregar a alguien pues te friegan y eso ocurrió.

Resultaba que la niña había subido al techo con sus dos menores hermanos y los alentó a lanzarse al vacío, los padres al ver tal acto insensato le llamaron la atención, con correazo incluido que no le hizo ningún daño físico a la menor, eso no es un delito señores. ¿Qué hubieran hecho ustedes en un caso así?, ¿hubieran construido un monumento a su hija?

Finalmente se agarraron de una afrenta que tuvieron los padres, con supuestos empujones producto del pleito. ¿Era acaso la primera vez que reñía la pareja en tantos años de convivencia?, obvio que no, la diferencia es que todos tenemos el libre derecho a la discusión alturada, pero ellos vivían con tres intrusos en la casa prestada por la Municipalidad de Lima y en esta oportunidad alguien tenía serios ánimos de revancha y de dejarlos mal ante la opinión pública, como lo vienen haciendo desde que tal familia se atrevió a hacer su denuncia.

El Estado abrió un proceso en contra de los padres de la Niña Sirenita y estos solicitaron la ayuda legal gratuita de nuestra ONG.

Unos padres desesperados hablaron conmigo, les pedí que se tranquilizaran y que con frialdad comprendieran de donde venía el asunto y quiénes estaban detrás de la disimulada venganza.

A pesar del acoso, desprestigio y falta de ayuda de la que fueron víctimas, de nada les sirvió a los actores de tal patraña, meses después de lucha intensa, el equipo de abogados de Solidarios ABC, pudo demostrar "con pruebas" y no con chismes de comadres, la inocencia de los padres de Milagritos, obteniendo un rotundo triunfo legal.

Algo por lo que no me arrepiento, y aunque a veces reniego de la prensa amarillista y comprada, soy también periodista por instrucción, por vocación y admiración a muchas mujeres y hombres que fueron mis maestros e inspiradores durante muchos años y que ejercen tal labor sin prostituirse a ningún canal ni partido político, menos a alguien con nombre y apellido.