OSITRAN: ¡burradas tan fuertes ........ yo no sé!

Pues bien, no contento el dúo dinámico, el Gerente General, Obed Chuquihuayta Arias, y el Gerente Legal, Jean Paul Calle Casusol, con despedir tres veces consecutivas y sin piedad al Tesorero de la entidad, Jesús Balladares Sandoval, ahora nos enteramos que, por documentos oficiales, dos de esos despidos (ambos por el mismo caso), no sólo carecían de fundamento sino que los sancionadores conocían de la carencia de responsabilidad en los hechos imputados, pues fueron desmentidos, léase bien, con anterioridad a los despidos, por pronunciamientos de especialistas requeridos. ¡Burradas tan fuertes...... yo no sé!

Pretextos

A Balladares Sandoval se le despide dos veces por no haber pagado el IGV a SUNAT* en el mes de septiembre de 2012, por determinado tipo de operaciones que efectúa el regulador. Sin embargo, ante ello, solicitado el estudio Hernández & Cía., emite su opinión técnica el 27 de octubre de 2014, expresando claramente que las operaciones por las cuales fue sancionado el ex Tesorero no se encuentran afectas al IGV, por cuanto en ellas el regulador está cumpliendo una función pública y no una prestación gravada con dicho impuesto.

Esto mismo señala el avispado Contador el 31 de diciembre, cuando adhiere al informe legal e informa que ya SUNAT aceptó ese parecer y por tanto se deben iniciar los trámites para el recupero de lo indebidamente pagado.

Dudas existenciales

Un nuevo personaje aporta truculenta comicidad, es el Contador que es el mismo que en el 2013 asustó a la inexperta administración y la hizo pagar, injustificadamente, más S/. 83 mil, porque su antecesor, supuestamente, había actuado mal. Ahora dice que no dijo lo que dijo. ¿Habrá sanción? No lo creemos. Es del grupo.

Inminente reposición

Es claro entonces que con estos argumentos no hay forma que SERVIR niegue la razón a Balladares y lo tengamos pronto de regreso en su cargo de Tesorero de OSITRAN. Más aún, si tomamos en cuenta que a consecuencia del primer despido, la entidad planteó una denuncia penal contra el trabajador, la misma que acaba de ser mandada al tacho por la fiscalía.

Calle Casusol reincidente

En mayo de este año, cuando ya largamente se conocían los documentos del estudio Hernández y la auto-rectificación del Contador, el Gerente Legal emite un informe por el que recomienda que el expediente pase a Procuraduría, para que inicie las acciones legales correspondientes, ya que el accionar de Balladares "tuvo como efecto un perjuicio a la Entidad", cuando es sabido que SUNAT, al efectuar devoluciones, como la que debe ocurrir, lo hace reconociendo los intereses legales correspondientes, desde el abono indebido hasta la fecha de devolución.

Es decir, además ¡perjuicio, ninguno! ¡No dan pie con bola!

¿Todo esto es simple mala fe o en verdad esta gente no entiende nada?

Preocupa actitud sancionadora

Sin embargo, lo comentado, que podría quedar en la anécdota ridícula o resolverse al interior de la institución, entre sus mandantes y el Tesorero, llama a preocupación, pues configuraría una actitud punitiva de parte de la actual administración del OSITRAN.

Esto sería así, ya que a lo ocurrido, por actitud equivocada de los funcionarios a cargo del regulador, se suman las recientes y desafortunadas declaraciones de su Presidente, Silvia Patricia Benavente Donayre, cuando hizo alarde de las numerosas y cuantiosas multas aplicadas a los regulados, como si ésa fuera la forma de incentivar las inversiones.

¡Descubriendo la pólvora!

En la breve entrevista del 11 pasado, al término del programa de Jaime de Althaus en Canal N, la señorita Benavente expresó que la causa de los retrasos en las obras, de las distintas concesiones, era el incumplimiento del Estado al no efectuar la entrega saneada de los terrenos sobre los cuales se trabajarían las concesiones. Hasta se atrevió a dar consejos a Proinversión, que debía crear un área ad hoc de expropiaciones y a los ministerios involucrados, para que hicieran lo mismo y actuaran como efecto espejo. Dice que viene dando esta brillante recomendación desde los primeros meses del 2013.

Lo que no dijo Benavente es que muy probablemente esta idea se le ocurrió luego de lo que pasó con la concesión de la Autopista del Sol, en que la empresa supervisora no tenía obra que supervisar pues, efectivamente, los terrenos para éstas no habían sido entregados al concesionario. Sin embargo, a pesar de los documentos cursados por el supervisor al regulador, éste no paraliza su labor hasta mucho después. Entonces, se acumulan meses de máquinas y gente del supervisor en la obra paralizada, y ahora OSITRAN enfrenta una contingencia arbitral de más de US $ 7 millones de dólares, por incumplimiento en el pago al supervisor.

Otro pequeño descuido de OSITRAN.

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Informe Sunat
(PDF - 4.2 Mio)