El terrorismo machista

La nota roja de las noticias de hoy no sólo son los atentados terroristas, existe un gran secreto oculto en la Europa moderna del siglo XXI, no son los misterios del club Bilderberg, ni los macabros hallazgos en las resacas de las misas negras del viejo continente. Ni las acciones yihaidistas del extremismo religioso. Es algo más espeluznante y vergonzoso, tanto que lo han intentado ocultar a diestra y a siniestra, algo que creímos dignos del hedor de sólo países del tercer mundo y no es sino el odioso y recalcitrante machismo a la carta, con un punto aparte para dar un toque de sofisticación a los crímenes caseros, el virus interminable del feminicidio.

Vivo mi propia guerra diaria para combatir el machismo y eso que soy una mujer que ha luchado la gota gorda por buscar la justicia. Encontrar justicia es como un bálsamo que sana heridas, cierra lutos de dolor y capítulos de horror, con un caso ganado puedes hacer que una mujer golpeada y maltratada pueda volver a nacer. Negar que en Perú no existe el machismo, es muy normal, porque casi siempre los hombres suelen decir: es que así somos los hombres, ¿Cómo?, trogloditas intelectuales que casi siempre trabajan para comprar a las autoridades y para esconder sus transgresiones.

Hay un factor muy importante en el límite de la violencia y la impunidad porque en el pasado, y en familias actuales son las propias mujeres las que incentivan el machismo, si la mujer lava, plancha, limpia y cocina, está perfecto, es su labor, y la suegra se sentirá feliz, pero si quien hace tales tareas son los esposos o convivientes, las suegras darán el más grande grito de lamentación, de crítica, odio y murmuración, es increíble pero las mujeres machistas crían estorbos haraganes en vez de hombres de valor que apoyen con la ayuda del trabajo en casa.
Si te defiendes del maltrato casi siempre el hombre alegará con sus pobres argumentos o que estás padeciendo enfermedades mentales, es decir estás loca o eres una prostituta que sólo te interesa su dinero miserable o hacerles daño.

Se ha avanzado mucho un punto que hay que reconocer, por ello ya existen implementadas las leyes del feminicidio en muchos países del mundo, el problema es que es una ley muerta sin ataúd y sin sepulcro y está ahí y no asusta ni atemoriza a ningún cobarde golpeador de mujeres, menos a un asesino en potencia, porque la ley casi nunca se ejecuta, ni se aplica, hay que pasar una infinita y abusiva burocracia para ver si finalmente se les atribuye el delito de feminicidio, casi siempre alegan defensa personal, llanto televisivo o el engaño de las mujeres, sí claro ¿y cuándo ellos engañan, quién los asesina y masacra?, digan lo que digan en las cárceles hay más hombres que han asesinado a mujeres que mujeres a hombres, hablando con propiedad la diferencia es abismal: 20% son realizados por mujeres y un 80% ejecutados por hombres machistas según las organizaciones internacionales de derechos humanos.

En la primera semana de noviembre la ONG Solidarios ABC, recibió muchas invitaciones de diferentes instituciones no gubernamentales españolas, para asistir y en consecuencia apoyar a la primera marcha en contra del terrorismo silencioso, la marcha contra el terrorismo machista y tuve la suerte de estar ahí, eran miles de miles de mujeres valientes provenientes de toda España, asistieron muchos hombres a apoyar esta causa, no hubo lugar para los débiles ni para los cobardes, la marcha caminó por las principales arterias de ese país, y ahora que todos estamos tan sensibles por lo sucedido en Francia, a veces nos olvidamos que el terrorismo machista convive con nosotros en nuestras casas, que puede ser un padre, un padrastro, un hermano, un amigo, un primo, un tío, una madre, una tía, una abuela, tu pareja, tu novio, tu enamorado, tu conviviente, tu esposo, tu maestro, tu vecino, tal vez un doctor muy prestigioso pero que en cuatro paredes es un machista golpeador hasta los huesos, el policía de tu distrito o comunidad, el juez, el fiscal que se puede convertir en tu verdugo, tu alcalde y hasta tu presidente.

Según las investigaciones reales en la Europa del primer mundo existen más de 1000 asesinatos a mujeres en lo que va del año y nadie dice ni hace nada. Fue emocionante y me siento orgullosa de haber contribuido a formar parte de ese gran grupo humano, donde no hubo distinción ninguna, sólo la unión y la fuerza para erradicar ese terrible flagelo que daña al mundo.