Después de las múltiples pruebas (fotos aéreas, satelitales, videos) presentadas por Rusia denunciando el multimillonario tráfico petrolero entre los terroristas del Emirato Islámico y las autoridades turcas, pruebas dadas a conocer por el presidente Vladimir Putin —incluso antes del derribo del bombardero ruso en Siria—, la prensa en Occidente continúa sin mencionar esas revelaciones.

El 26 de noviembre de 2015), en conferencia de prensa concedida, junto al presidente francés Hollande, a los corresponsales extranjeros en la capital rusa así como a la prensa nacional rusa, el presidente Putin denunció nuevamente que los terroristas del Emirato Islámico se financian con este gigantesco tráfico de petróleo robado, tráfico en el que participa Turquía, que revende el crudo a otros países (de Europa occidental). Este tráfico de petróleo robado en Siria e Irak por el Emirato Islámico aporta a los terroristas enormes recursos económicos.

Sin embargo, al analizar las noticias publicadas este 27 de noviembre en los principales diarios occidentales, como The New York Times (Estados Unidos), Le Monde (Francia), La Vanguardia (España), Le Temps (Suiza), El Mercurio (Chile), El Comercio (Perú), El Espectador (Colombia), puede verse que ninguno menciona la información sobre el tráfico de petróleo robado entre Turquía y el Emirato Islámico, ocultando así el hecho que un país miembro de la OTAN apadrina el terrorismo.

El reconocido investigador italiano Giulietto Chiesa ya había advertido sobre el desafío que representa el control de la información por poderosos grupos cuyos intereses están ligados a la dominación y control político-financieros a nivel mundial.