Una arrancada buena, con un cierre mejor

El logro de tal cuantía por estas fechas sienta las bases para superar el pronóstico inicial (tres millones 200 mil) y acercarse a estimaciones más recientes- y harto halagüeñas-, que hablan de mucho más (tres millones 500 mil).

Más allá de las estadísticas, ciertamente hay motivos para el entusiasmo porque esa cota, rebasada por primera vez al finalizar el 2014, fue antes esquiva por tres años consecutivos.

Tales incrementos obedecen, entre otros, a que el producto turístico local se ha perfilado, mejorado, con más hoteles de categorías y opcionales frente a las exigencias y expectativas de los diversos segmentos y mercados; pero también a su actual desenvolvimiento en medio de un nuevo escenario internacional.

Sin falso optimismo, constituye una realidad palpable el hecho de que el acercamiento entre La Habana y Washington, ha provocado que muchas miradas se vuelvan curiosas hacia el territorio “prohibido”. Por ello, más clientes se han hecho presentes en la ínsula, incluso, desde La Unión- claro, aquellos que clasifican en las 12 categorías autorizadas de momento-, que se suman a quienes desde otros confines del universo vienen cada vez más.

Si algo le da más valor a los avances de la industria sin chimeneas antillana, precisamente, es que su ascenso ocurre cuando todavía está vigente el bloqueo, con un monto de las afectaciones en esa rama de mil 506 millones de dólares, solo en el período de abril de 2014 hasta igual mes del ejercicio en curso.

Tradicionales emisores aumentaron su adhesión por Cuba, al comparar los flujos actuales con el cómputo de enero a septiembre de 2014; por ejemplo, subió la presencia de canadienses (13,9 por ciento), alemanes (23,9) e ingleses (28,2) .

Con más de un millón de veraneantes, Canadá sigue como el puntero, secundado por Reino Unido, Alemania, Francia, España y México. Entre los que crecen figuran también Haití, Costa Rica, Japón, Israel, Irlanda, Polonia, Australia, España y Venezuela, de acuerdo con precisiones de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

En las últimas dos décadas han escogido este destino para su ocio más de 40 millones de vacacionistas, quienes han reconocido entre sus motivaciones para la elección a los recursos naturales- con énfasis para los excelentes playas del patio-, la cultura, el patrimonio, índices de salud y educación comparables con el llamado primer mundo; la calidez de su gente y la estabilidad y seguridad de la nación caribeña, atributo este último de vital importancia hoy día cuando en el planeta el terrorismo causa estragos y anuncia próximas incursiones en Londres, Washington y Roma, tras los lamentables sucesos parisinos de hace solo unas jornadas.

De cara a los incrementos previstos de los flujos de visitantes (no solo desde EE.UU.), el país seguirá elevando su capacidad habitacional- actualmente de más de 62 mil cuartos-, pero priorizará, además, la mejora y ampliación del sistema aeroportuario nacional, trabajará porque las propuestas culturales ganen en calidad y variedad, al igual que la culinaria, descollantes elementos integrantes de lo que genéricamente conocemos como producto turístico cubano.

Hay que aprovechar el nuevo escenario internacional, sin que prime el optimismo per se, sino un realismo práctico a tono con el instante de que se trate. Se impone ser cada vez más competitivos, con la calidad siempre como premisa, y ver más allá de las cifras, buscar la eficiencia, disponer de una empleomanía profesional, de suministros estables y sean constantes las iniciativas para la recreación.

Del 2015 en Cuba en materia turística se puede adelantar ya, que arrancó muy bien para terminar mucho mejor. (ACN)