Pisco: ¿costos monstruosos en aeropuerto?

El terminal de pasajeros del Aeropuerto de Pisco es una obra importante frente al mar de esa zona sureña. Lo misterioso y hasta insólito es que las 1000 toneladas que pesa la estructura posee un techado de lona. Son casi 30 mil metros cuadrados de área de acero que hubo que pintar y que de ahora en adelante habrá que mantener.

Detalles

Preciso detallar que el área de acero es de 30,000 m2 y que resulta de la suma de las áreas de los componentes metálicos, lo que es distinto al área techada con lona, que es de unos 8,000 m2. Él área del terminal es de 8,000 m2 que es la proyección horizontal del techo de lona, más el área de, por lo menos, dos pisos cobijados bajo ese gran techo, que suman otros 10,000 m2. Con lo que el área techada total del terminal suma unos 18,000 m2

¿Uñas largas?

Pero, diseñar un terminal de pasajeros con una estructura de 1000 toneladas cuando pudo ser de 300 ó 400, es una locura con vista marina. O es, en castellano mondo y lirondo, un desfalco, un robo, una falta absoluta de profesionalismo a cargo de los ingenieros y arquitectos encargados de revisar un proyecto del Estado donde se han invertido ingentes recursos públicos. He aquí un lacerante primer reparo.

Usar mil toneladas de acero para soportar lona es una estupidez que merece ser castigada. Si iba a usarse lona, como ocurre hoy en día ¿para qué gastar en mil toneladas de acero?. O lo que es lo mismo ¿no pensaron en el mantenimiento que para el área de acero involucrado y frente al mar es sencillamente carísimo?.

A pesar de toda la propaganda que se haga a las pinturas peruanas, su calidad deja mucho que desear, lastimosamente. De manera que hacer mantenimiento a un área tan gigantesca es una tarea titánica y más aún: se trata de un fracaso anunciado pues no se habrá terminado de corregir un lado cuando ya estará oxidándose el otro.

¿Y en caso de urgencias?

El techado de lona no protege absolutamente en caso de incendio, no es como una cubierta metálica o de fibro cemento. Un techo de lona bajo fuego, tarde o temprano, cogerá candela, con los enormes riesgos involucrados.

Y finalmente el problema de la temperatura. Pisco en verano es muy pero muy caliente. Estar bajo una lona es idéntico que estar dentro de una carpa bajo el sol del verano frente al mar, es para volverse loco. Refrigerar el volumen gigantesco del enorme terminal costará tanto que seguramente nunca lo usarán, aunque sí han comprando enormes equipos de aire acondicionado. Será importante saber los precios de estos artefactos.

Descomunal tamaño

Construir un terminal más grande que el del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez no tiene sentido en Pisco, donde sólo salen pasajeros que van a visitar las líneas de Nazca.

Que Pisco sea el aeropuerto alterno a Lima o que vaya algún día a reemplazar al de Lima solo será posible si se llegara a contar con un tren bala, un tren ultra rápido.

Actualmente llegar a Pisco en auto toma no menos de 5 horas, a menos que desocuparan la autopista para que solo circule su vehículo, el tráfico es enorme.

¡Qué tal desperdicio de recursos!

Este es un ejemplo más de lo terriblemente perjudicial que fue desaparecer a Corpac en Pisco, entidad que jamás hubiera permitido este desastre. La empresa estatal tenía control sobre todos los aeropuertos y contaba con un equipo de profesionales idóneos, los mismos que hicieron la ampliación (segundo piso) del Aeropuerto de Cusco y los terminales de Tarapoto y Pucallpa, entre otras muchas obras.

Como el concesionario sólo se encarga de operar, no de invertir en nuevas instalaciones, se calcula que no menos de US$ 60 millones se han ido literalmente al agua en este desastre anunciado para cualquier momento.

La precariedad es absoluta. Como la impunidad también.