Históricamente, los neoconservadores eran un grupúsculo de trotskistas estadounidenses conformado alrededor de la revista Commentary y contratado por la CIA para luchar contra la URSS. Sus miembros se unieron al Partido Republicano y estuvieron al servicio de los presidentes Ronald Reagan y George Bush padre.

Pero acabaron volviéndose contra Bush padre cuando este último se abstuvo de destruir Irak, después de la operación «Tormenta del Desierto», y uniéndose a la candidatura del demócrata Bill Clinton. Posteriormente, criticaron duramente al presidente Clinton cuando este frenó la guerra de Kosovo.

Mientras Clinton enfrentaba el escándalo Lewinsky, los neoconservadores regresaron al Partido Republicano y prepararon la candidatura de George Bush Jr.

En un nuevo viraje en el sentido del viento, los neoconservadores acaban de publicar una carta abierta contra la candidatura de Donald Trump [1], preparando así su propio regreso al Partido Demócrata, si los sondeos dan a Hillary Clinton como ganadora.

En ese caso, la elección presidencial estadounidense aclararía la situación al reunir oficialmente a los neoconservadores y los halcones liberales y haciendo patente la jefatura de Hillary Clinton sobre la totalidad del «Partido de la guerra».