Reproducimos aquí un pasaje del discurso del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, transmitido por la televisión y pronunciado en ocasión de las ceremonias por el aniversario 101 de la batalla de Canakkale («la batalla de los Dardanelos») y en memoria de las víctimas del atentado perpetrado días antes en Ankara.

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(…) Atraigo la atención de ustedes sobre el hecho que todas las organizaciones terroristas que operan en nuestra región y nuestro país se han unido contra Turquía. Por el contrario, numerosos Estados, en particular los países occidentales, no siempre logran asumir una posición de principio contra esas organizaciones.

Hoy hay una reunión en Bruselas, en Bélgica. Bélgica, Estado miembro de la Unión Europea –que ha reconocido el PKK como organización terrorista–, se permite dejarlos montar una tienda de campaña y agitar sus trapos justo detrás del edificio donde se desarrolla la reunión. No son honestos, no son sinceros, actúan de manera ambivalente. Hoy han quitado la bandera y los afiches.

¿A quién tratan ustedes de engañar? Sean sinceros, honestos y sinceros. Sepan que no tienen ante ustedes una Turquía ingenua.

Eso se llama rendirse ante el terrorismo, ellos se han rendido ante el terrorismo. Así que no hay ninguna razón para que la bomba que estalló en Ankara no explote en Bruselas o en otra ciudad europea, en el centro de una ciudad donde se autoriza a los partidarios de una organización terrorista a que hagan su show. El hecho que varios Estados europeos sigan actuando con negligencia, a pesar de esa realidad evidente, es como bailar en un campo minado. Usted nunca puede saber cuándo va a pisar una mina, pero es evidente que eso acabará por suceder.

Lanzo aquí un llamado a los Estados que los reciben con los brazos abiertos, que –directa o indirectamente– apoyan las organizaciones terroristas. Ustedes están alimentando una serpiente en su propia cama. Y esa serpiente que ustedes están alimentando puede morderlos en cualquier momento. Ver en sus televisores bombas que explotan en Turquía quizás no significa nada para ustedes. Pero cuando las bombas empiecen a estallar en las ciudades de ustedes, entonces entenderán ustedes lo que sentimos. Pero ya será demasiado tarde. Dejen ustedes de respaldar actividades que nunca tolerarían en su propio país, y que sólo toleran cuando son en contra de Turquía.

Cuando ocurre un atentado con bomba en el país de ustedes y uno de sus diputados hace una visita de condolencia a la familia del kamikaze, yo sé muy bien lo que ustedes pueden hacer contra ese diputado. De la misma manera, si personas que tienen en su país títulos de universitario, de periodista, de representantes de la sociedad civil aportan su apoyo a una organización terrorista que actúa contra la unidad y la integridad de su país, también podemos predecir cuál será la actitud de ustedes. Estén tranquilos. Turquía lucha contra el terror de conformidad con los principios del estado de derecho, es más democrática, mucho más tolerante que países occidentales que actualmente están expuestos o que se verán expuestos a una amenaza similar. Nosotros continuaremos nuestro camino de la misma manera. (…)