Contrabando de antigüedades por la organización terrorista internacional Estado Islámico en el Iraq y el Levante

Alrededor de 100.000 objetos culturales de importancia mundial, entre ellos 4.500 sitios arqueológicos (nueve de los cuales han sido declarados patrimonio mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), se encuentran bajo el control del Estado Islámico en Iraq y el Levante (ISIL). El comercio ilícito de antigüedades y tesoros arqueológicos por los islamistas genera ganancias que se estiman entre 150 y 200 millones de dólares de los Estados Unidos por año.

La sección de antigüedades del ISIL, comandada por Abu Sayyaf al-Iraqi, tiene a su cargo organizar el contrabando de artefactos; dicha sección forma parte del llamado ministerio de recursos naturales del “gobierno” de esa agrupación. Los islamistas autorizan a llevar a cabo excavaciones y retirar y transportar artículos excavados solo a personas que posean un permiso acuñado por dicho “departamento”.

En la mayoría de los casos, los extremistas sacan antigüedades de Siria y del Iraq a través del territorio de Turquía. El principal centro de contrabando de artículos del patrimonio cultural es la ciudad turca de Gaziantep, donde los bienes robados se venden primero en subastas ilegales y luego a través de una red de tiendas de antigüedades y en el mercado local Bakircilar Çarşısı (calle Eski Saray, barrio de Şekeroğlu).

Según se ha observado, se han abierto nuevos puntos de compra de antigüedades en la frontera turco-siria en el distrito administrativo de Akçakale (640 km al sureste de Ankara, Provincia de Sanliurfa). Ismet Eren, dueño de una tienda de antigüedades situada en el número 24 de la calle Karanfil de la ciudad de Kilis, está involucrado en ese comercio ilícito. Las mercancías voluminosas son distribuidas por las empresas de transporte turcas Senocak Nakliyat, Devran Nakliyat, Karahan Nakliyat y Egemen Nakliyat. Posteriormente, los artefactos de contrabando (joyas, monedas, y otros) llegan a las ciudades turcas de Izmir, Mersin y Antalya, donde representantes de grupos delictivos internacionales producen documentos falsos sobre el origen de las antigüedades.

Las antigüedades se ofrecen a coleccionistas de diversos países, generalmente a través de sitios web de subastas en Internet (por ejemplo, eBay) y tiendas especializadas en línea (vauctions.com, ancients.info, vcoins.com, trocadero.com y auctionata.com). Para encontrar compradores se utilizan también los sitios web osmanlielsanatlari.com, kaynarcopper.com y ertasantik.com. Los delincuentes emplean medidas de ocultamiento, como la sustitución de direcciones IP, que hacen difícil identificar y determinar la ubicación real del vendedor. En los últimos tiempos, el ISIL ha estado explotando cada vez con mayor frecuencia las posibilidades que ofrecen las redes sociales para prescindir de intermediarios y vender artefactos directamente a los compradores. Se da preferencia a las transacciones en efectivo, mientras que para las transacciones realizadas a través de Internet se utilizan las mismas instituciones financieras que para las transacciones relacionadas con la compra de armas y municiones.

Respuesta Turquía

Turquía deplora enérgicamente los ataques de la organización terrorista Daesh/EIIL causantes de la destrucción de bienes culturales del patrimonio común de la humanidad.

Las autoridades de Turquía, que también es un país de origen, están realizando un seguimiento continuo y ocupándose con sumo cuidado y diligencia del asunto de la prevención del tráfico y la transferencia ilícita de bienes culturales.

A fin de impedir el saqueo y la transferencia ilícita de objetos históricos de países de origen vecinos con los que compartimos un patrimonio común, incluso antes de que la Directora General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) formulara el primer llamamiento al respecto en junio de 2012, Turquía reforzó las medidas existentes de conformidad con sus obligaciones dimanantes de los instrumentos internacionales y movilizó a todos los organismos e instituciones pertinentes, como el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Aduanas y Comercio, y el Ministerio del Interior, las Direcciones Generales de la Gendarmería y de la Guardia Costera de Turquía, y museos privados. La UNESCO y el comité pertinente del Consejo de Seguridad han sido informados de los esfuerzos y los hallazgos de Turquía, de conformidad con la resolución 2199 (2015), que fue copatrocinada por mi país.

El tráfico ilícito de bienes culturales procedentes de zonas de conflicto figuró en el programa de la Quinta Conferencia Internacional de Expertos en el Retorno de Bienes Culturales, celebrada en Capadocia (Turquía), del 18 al 22 de octubre de 2015. Los participantes expresaron su profunda inquietud por la destrucción y el tráfico ilícito de bienes culturales del Iraq y Siria y solicitaron que se aplicara con urgencia la disposición pertinente de la resolución 2199 (2015) del Consejo de Seguridad.

La traducción al turco de la “Lista Roja de Emergencia de Objetos Culturales Sirios en Peligro”, publicada por el Consejo Internacional de Museos, y su posterior difusión a todas las autoridades competentes para facilitar la identificación de objetos históricos de origen sirio, constituye uno de los ejemplos recientes de las medidas adoptadas por Turquía para luchar contra el comercio ilícito de antigüedades.

Turquía, como miembro fundador de la UNESCO, preside actualmente su Comité del Patrimonio Mundial, mientras se prepara para acoger la próxima reunión de este órgano en Estambul del 10 al 20 de julio de 2016.

En este contexto, el contenido de la nota adjunta a la carta del Representante Permanente de la Federación de Rusia, titulada “Contrabando de antigüedades por la organización terrorista internacional Estado Islámico en el Iraq y el Levante”, ha sido objeto de una investigación exhaustiva por las autoridades turcas competentes.

Estas investigaciones, llevadas a cabo incluso en las provincias de Gaziantep, Sanliurfa y Kilis, no han arrojado ninguna información, ningún dato ni ninguna otra conclusión que corroboren o confirmen las acusaciones que figuran en la nota mencionada. Por ejemplo, según los registros del sistema de rastreo de placas de matrícula de Turquía, los camiones de propiedad de las empresas de transporte que se indican en la carta de la Federación de Rusia ni siquiera han viajado a la provincia de Gaziantep.

A la luz de estos hechos, las acusaciones de la Federación de Rusia son infundadas, falsas y forman parte de una campaña de ese país contra Turquía.