Siguiendo instrucciones de mi Gobierno, quisiera transmitirle la siguiente información relativa a las explosiones terroristas mortíferas que se produjeron en las ciudades de Tartus y Yabla en la mañana de hoy, 23 de mayo de 2016:

Grupos terroristas armados atacaron las ciudades de Tartus y Yabla utilizando cuatro coches bomba y tres terroristas suicidas que llevaban chalecos con explosivos. Los terroristas atacaron la principal estación de autobuses de Tartus haciendo explotar un coche bomba. A continuación se produjeron otras dos explosiones provocadas por dos terroristas suicidas, el primero atentó dentro de la terminal de autobuses y el segundo, en un barrio residencial de la zona. La organización terrorista Ahrar al-Sham reivindicó la autoría de esos actos deleznables.

Grupos terroristas armados también detonaron tres coches bomba en la ciudad de Yabla, dos de ellos de forma simultánea contra la estación principal de autobuses, mientras que el tercer coche bomba atentó contra el departamento de electricidad de la ciudad. Tras la explosión, un terrorista suicida hizo estallar un chaleco explosivo a la entrada de la sala de urgencias del hospital nacional de Yabla, tratando de causar el mayor daño posible a la multitud de heridos que acudían al hospital en busca de ayuda. Las siete explosiones terroristas mataron a decenas de civiles y dejaron decenas de heridos, algunos de ellos muy graves, por lo que podría aumentar el número de víctimas mortales. La mayoría de las bajas fueron mujeres y niños. Varias propiedades, infraestructuras y viviendas de la zona resultaron seriamente dañadas.

Esas explosiones terroristas son parte de la serie de atentados sistemáticos que vienen cometiendo grupos terroristas armados contra ciudades y pueblos de toda Siria en el marco de la peligrosa escalada por parte de los regímenes extremistas de odio de Riad, Ankara y Doha. Los ataques pretenden socavar los esfuerzos para poner fin al derramamiento de sangre siria inocente y frustrar las conversaciones de Ginebra, los arreglos de la tregua y el acuerdo de cesación de las hostilidades, así como desviar la atención de las victorias del Ejército Árabe Sirio en su guerra contra el terrorismo transfronterizo perpetrado por el denominado Estado Islámico en el Iraq y el Levante (EIIL) y el Frente Al-Nusra.

Ciertos Estados siguen imponiendo al Consejo de Seguridad una política de silencio con respecto a los abominables actos de terrorismo cometidos por grupos terroristas armados en diversas regiones de la República Árabe Siria y negándose a permitir que el Consejo de Seguridad adopte medidas disuasorias y punitivas inmediatamente contra los Estados y regímenes que apoyan y financian el terrorismo, en particular los regímenes de Riad, Ankara y Doha. Esto no hace más que alentar a esos regímenes a seguir enviando a Siria a sus agentes terroristas para que cometan atentados y masacres contra el pueblo sirio y a continuar minando la paz y la seguridad internacionales sirviéndose del terrorismo y los grupos terroristas armados como medio de ejercer presión y hacer chantaje político para perseguir sus intereses nefandos y conseguir que se reconozca su función política en la región.

Al mismo tiempo, los representantes de los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Ucrania en el Consejo de Seguridad se niegan a aprobar la solicitud de que se incluya el Ejército del Islam y Ahrar al-Sham en la lista de grupos y entidades terroristas que mantiene el Consejo, y siguen insistiendo en referirse a esos grupos como “la oposición armada moderada”. Esta actitud demuestra que esos Estados y otros persisten en su política de hacer la vista gorda ante los crímenes de esos grupos terroristas y que no se toman en serio la lucha contra el terrorismo.

El Gobierno de la República Árabe Siria afirma que esas masacres y crímenes terroristas no lo van a disuadir de seguir cumpliendo su obligación de combatir el terrorismo y esforzarse por lograr una solución política a la crisis de Siria mediante un diálogo entre sirios y dirigido por sirios, que permita eliminar el terrorismo; reconstruir las instalaciones que destruyeron los terroristas y sus aliados, sus apoyos financieros y sus partidarios; y restablecer la seguridad y la estabilidad para el pueblo sirio.

El Gobierno de la República Árabe Siria hace un llamamiento al Consejo de Seguridad y al Secretario General para que condenen inmediata y enérgicamente esos crímenes terroristas. También hace un llamamiento al Consejo de Seguridad para que cumpla su responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales adoptando inmediatamente medidas preventivas y sancionadoras en relación con los regímenes y Estados que apoyan y financian el terrorismo, en particular los regímenes de la Arabia Saudita, Turquía y Qatar. El Consejo debe impedir que esos Estados sigan financiando el terrorismo y socavando la seguridad y la paz internacionales y obligarlos a aplicar plenamente las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, como las resoluciones 2170 (2014), 2178 (2014), 2199 (2015) y 2253 (2015).

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.

(Firmado) Bashar Ja’afari
Embajador
Representante Permanente