La entrevista del presidente del Banco Central del Líbano, Riad Salamé, al canal de televisión CNBC abrió una guerra del sistema bancario libanés contra el Hezbollah.

El señor Salamé indicó en esa entrevista que, en aplicación de la ley estadounidense contra el Hezbollah [1], los bancos libaneses habían cerrado un centenar de cuentas bancarias, aunque trataban de no perturbar a los clientes chiitas.

El Hezbollah ya había anticipado el cierre de cuentas vinculadas a sus actividades militares, pero no el de las cuentas relacionadas con sus actividades de carácter social y médico, como las de los hospitales Bahman y al-Rassoul el-Aazam, célebres en todo el Levante por lo avanzado de sus servicios.

Aunque no viola el texto, la decisión de Estados Unidos viola los principios de las Convenciones de Ginebra ya que el derecho internacional humanitario protege el acceso a los servicios de salud.

[1«Bloqueo de los bancos libaneses a causa de una ley estadounidense», Red Voltaire, 29 de abril de 2016.