Mientras la prensa celebra la victoria en las primarias de la primera multimillonaria candidata demócrata a la presidencia, una sórdida batalla jurídica se desarrolla en la sombra.

El informe del Departamento de Estado sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton y las subsiguientes acciones judiciales indican que la señora Clinton es culpable de:
 Obstrucción a la justicia, por parte de la propia señora Clinton y sus consejeros (Sección 1410);
 Obstrucción al desarrollo de investigaciones criminales (Sección 1511);
 Obstrucción a la aplicación de la ley local y federal (Sección 1411);
 Crimen federal de negligencia con informaciones y documentos clasificados (Sección 1924);
 Posesión de 1 200 documentos secretos en su ordenador personal, en su domicilio, en un servidor sin seguridad garantizada (Sección 1924);
 Perjurio, dado que la señora Clinton declaró bajo juramento, ante un juez federal, que había entregado al Departamento de Estado todos sus correos electrónicos y el inspector general del Departamento de Estado declaró –esta semana– que eso era falso (Sección 798).
 La señora Clinton declaró además –también bajo juramento– que el Departamento de Estado la había autorizado a utilizar su ordenador personal para trabajar en su domicilio. El inspector general del Departamento de Estado declaró esta semana que eso también es falso (Sección 798);
 La señora Clinton no señaló a las autoridades, ni tampoco al Departamento de Estado, que su ordenador personal había sido pirateado varias veces, aunque sí solicitó a su administrador de sistema que tratara de proteger su ordenador personal.
 Corrupción pasiva y receptación ya que la Fundación Clinton y la propia señora Clinton recibieron diversas formas de soborno para que el Departamento de Estado ignorara ciertas prácticas a sabiendas de que existían (Ley Rico y Sección 1503).

Dado que el FBI, el Departamento de Estado y un juez federal ya confirmaron la existencia de los hechos anteriormente expuestos y la gravedad de los mismos, Hillary Clinton debería haber sido arrestada esta semana.

Bernie Sanders, el otro candidato a la investidura demócrata que aún se mantenía en la competencia, creía que la señora Clinton podía ser arrestada antes de la convención del partido y fue esa por esa razón que decidió seguir adelante con su propia campaña, a pesar de que no disponía de suficientes delegados.

Sanders fue convocado esta semana a la Casa Blanca, donde el presidente Barack Obama le anunció que impedirá la aplicación de la ley. Inmediatamente después del encuentro, el presidente Obama expresó públicamente su apoyo a la candidatura de la señora Clinton.