El gobierno de Recep Tayyip Erdogan se comprometió a que no haya atentados del Emirato Islámico (Daesh) en Francia durante la Eurocopa de futbol 2016.

El gobierno francés se comprometió por su parte a concretar el compromiso firmado, en 2011, por el entonces ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, para crear un nuevo Estado en el norte de Siria, hacia donde serían expulsados los kurdos de Turquía.

Este nuevo viraje de Francia ya se tradujo en el envío de fuerzas especiales francesas que iniciaron la construcción de una base militar cerca de Kobane, en suelo sirio.

Las tropas extranjeras del CentCom no están luchando por la liberación de la población sometida al yugo del Emirato Islámico. En realidad, están tratando de crear el nuevo Estado prometido al presidente turco. Las víctimas de los actuales combates en el norte de Siria no son miembros del Emirato Islámico sino los pobladores árabes y cristianos asirios.

Es importante señalar también que numerosos miembros del llamado «Ejército Sirio Libre», resucitado en función de esta operación, luchaban hace 2 meses bajo las etiquetas de al-Nusra (al-Qaeda en Siria) y del Emirato Islámico.

La operación en marcha en el norte de Siria llega acompañada una campaña mediática tendiente a inculcar a la opinión pública las siguientes mentiras:
 (1) los combatientes kurdos son más eficaces que los árabes;
 (2) los combatientes kurdos son más igualitarios con las mujeres que los cristianos;
 (3) las «Fuerzas Democráticas Sirias» incluyen combatientes kurdos pero se componen mayoritariamente de árabes;
 (4) las «Fuerzas Democráticas Sirias» promueven el ideal democrático;
 (5) los miembros kurdos de las «Fuerzas Democráticas Sirias» defienden los intereses de todo el pueblo kurdo.