El primer ministro turco, Binali Yildirim, declaró al periodista Mustafa Karaalioglu que su gobierno presentó a sus interlocutores iraníes un enfoque en 3 puntos sobre la cuestión siria:
 Mantener la integridad territorial de Siria (lo cual significa impedir la creación de un nuevo Estado en el norte de la República Árabe Siria, dado que Ankara ya no controla a los kurdos sirios, que ahora luchan entre sí);
 Evitar el predomino de una etnia o de una confesión sobre las demás (lo cual implica mantener en el poder al partido laico Baas y al presidente Bachar al-Assad);
 Organizar el regreso de los refugiados que se encuentran en Turquía (o en todo caso de una parte de ellos, ya que algunos –de confesión sunnita y contrarios a la República Árabe Siria– recibieron apartamentos especialmente construidos para ellos en zonas turcas pobladas por los kurdos. Este tercer punto no anticipa la adopción de una decisión similar sobre los sirios refugiados en Líbano y Jordania, donde la decisión no pertenece a esos Estados.

Este enfoque positivo es similar al que Turquía defendió al principio de las negociaciones de Ginebra, pero que no correspondía a la realidad de la política turca en el terreno.

«Başbakan Binali Yıldırım Suriye’de çözümün yolunu Karar’a anlattı», Karar, 16 de agosto de 2016.