¡Walter Gutiérrez Camacho ansía ser Defensor del Pueblo!

Veo a este colega abogado de candidato recurrente y añejo para Defensor del Pueblo, pero nunca leí alguna sesuda propuesta suya para este importante cargo, pese a que financia con su abultado dinero una infinidad de periódicas publicaciones, como La Gaceta Jurídica, que durante un buen tiempo se regalaba.

Quizá por esa razón, y otras tan densas como oscuras, ha perdido ser elegido como Defensor en todas las votaciones anteriores del Congreso de la República, que ahora pretende ganar con los 73 votos fujimoristas, más los 5 apristas, todos por inconstitucional consigna, a cambio de alguna sinuosa e ilegal contraprestación, que atente contra la requerida autonomía de la Defensoría, convirtiéndola así en tosco apéndice partidario, como lo hizo siendo Decano del Colegio de Abogados de Lima.

El año 2009, estando en funciones como Decano, fue designado miembro de la Comisión Especial que investigó y analizó los sucesos de Bagua (o Baguazo), por Resolución Ministerial N° 0664-2009-AG, de 7-09-2009, encargo gubernamental aprista que aceptó sin rubor. ¡Un obediente Decano CAL como delegado del gobierno de turno: el de Alan García!

Tampoco le percibo a Walter Francisco Gutiérrez Camacho algún modo decente y visible de estar siempre en esta reiterada candidatura –que alguna vez desistió- a Defensor del Pueblo, como cuando “compraba” firmas de adherentes y finalmente votos al postular para Decano CAL. Esto último lo constaté de cerca, porque fui su contendor, y públicamente lo reprobé. Hasta me llegó, por correo, un libro de su autoría, a mi domicilio, tal como lo recibieron miles de abogados. ¡Regalaba libros para que voten por él!

Pueden leer mi cuestionamiento a Walter Gutiérrez en mi artículo que publica la web francesa VOLTAIRENET: “Decano de abogados, vocal supremo y congresista que no pude serlo”, 28 oct. 2010.

Lo que sigue anoté: “Llegué a ser candidato por decisión personal; lo fui con otros competidores, no sé si propuestos por otros o por ellos mismos; lo que sí conozco es que fui el único que no regaló libros, almanaques, lapiceros y el semanario La Gaceta Jurídica como lo hizo el vencedor Walter Gutiérrez Camacho, quien, además, publicitaba su candidatura en la radio, televisión y periódicos, hasta con avisos pagados. Habrá que preguntarle a él cómo hacía para ser entrevistado y los otros no”.

En consecuencia, el sinuoso proceder narrado, muy propio de Walter Gutiérrez, no está a la altura del cargo de suma importancia que pretende; pero sí al nivel torvo del fujimorismo, en coyunda con el alanismo, que se anidan en el Congreso, en procura de sendas impunidades.