Al margen de la Asamblea General de la ONU, la Fundación Appeal of Conscience (Llamado de la Conciencia) entregó su premio al «Estadista del año» al presidente francés Francois Hollande.

A pesar de ser una fundación interconfesional, el presidente de Appeal of Conscience es, desde su creación en 1965, el rabino Arthur Schneier, cuyo compromiso con el Estado de Israel es de notorio conocimiento. La fundación homenajea cada año a una personalidad destacada simultáneamente por su acción en materia de libertad religiosa y a favor del Estado hebreo.

Desde su creación, ese premio siempre es entregado en Nueva York por el ex consejero de seguridad nacional y ex secretario de Estado Henry Kissinger y por el ex director nacional de Inteligencia John Negroponte, implicado en el escándalo Irán-Contras y en la creación del Emirato Islámico en Irak, grupo terrorista que habría de convertirse en el actual Emirato Islámico (Daesh).

Antes de Francois Hollande, la fundación Appeal of Conscience entregó ese premio a personajes como José Maria Aznar, Nicolas Sarkozy, Stephen Harper, Enrique Peña Nieto y David Cameron.

Este año la fundación homenajeó a Francois Hollande por su acción contra Siria y sus intentos de torpedear el acuerdo 5+1 sobre la investigación nuclear iraní. El presidente Francois Hollande recibió el premio en compañía del ex ministro Jack Lang y del escritor Bernard-Henri Lévy.

La mayoría de los diarios franceses que informaron sobre la entrega del premio al presidente Hollande parecen ignorar el historial de Henry Kissinger y de John Negroponte, así como el carácter político de la fundación que lo entrega.