Al estimar que, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos pondría fin a su injerencia en Siria, la Unión Europea está tratando de salvar a sus yihadistas en ese país árabe.

A finales de noviembre, la Alta Representante de la UE para los temas de Política Exterior y Seguridad, Federica Mogherini, propuso a sus interlocutores del Golfo hacer avanzar un plan de descentralización de Siria.

Ante el hecho que el presidente Bachar al-Assad se mantiene en el poder, la Unión Europea pretende inventar una Siria en la que el gobierno de Damasco se ocuparía solamente de la política exterior mientras que cada una de las gobernaciones sería autónoma, para que los yihadistas puedan seguir ocupando parte del país.

El problema que es que para eso habría que convencer de las “virtudes” de ese “compromiso” a los millones de electores sirios que votaron por mantener a Assad en la presidencia de la República Árabe Siria y que hoy se disponen a disfrutar la victoria de su país sobre el terrorismo.