El presidente Barack Obama firmó, el 23 de diciembre de 2016, la Ley Fiscal de Defensa para 2017. En su sección 1287, ese texto estipula la creación de un Centro de Implicación Global (Global Engagement Center), cuya función consiste en luchar contra la propaganda y la desinformación enemigas [1].

Ese Centro, que se agrega al Centro de Comunicación Estratégica de la OTAN y a la Unidad de Comunicación Estratégica de la Unión Europea [2], dispone de un presupuesto ascendente a 140 millones de dólares, ampliado con partidas provenientes de los presupuestos del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado.

Este centro estadounidense dependerá del secretario de Estado, quien decidirá lo que deberá considerarse «propaganda extranjera». El centro podrá utilizar sus fondos para subcontratar elementos privados (sociedad civil, medios de difusión, ONGs, centros de investigación, empresas privadas, universidades, etc.) delegando en ellos la realización de su trabajo.

[1Global Engagement Center”, Voltaire Network, 23 de diciembre de 2016.

[2«La campaña de la OTAN contra la libertad de expresión», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 5 de diciembre de 2016.