Perú carece de Marina Mercante Internacional

La flota de Marina Mercante internacional no cuenta con ningún buque de transporte de mercancías, lo que ha puesto en riesgo el comercio exterior, muy contrario al de nuestros vecinos Chile, que cuenta con 127 barcos modernos de gran calado de transporte de mercancías, siendo varios de ellos los encargados de transportar nuestros productos de exportación e importación. Siendo así no contamos con posibilidad alguna de regular nuestros fletes, por lo que se ha convertido en un negocio de riesgo.

El 8 de enero se instituyó como el día de de la Marina Mercante Nacional, en virtud a la creación de la Escuela Central de Marina Mercante el 8 de enero de 1940, quedando registrada en el mismo DS 010-72 MA, de fecha 14 de agosto de 1972 de creación de la Escuela Nacional de Marina Mercante Miguel Grau.

Metamorfosis Marina Mercante

Si bien es cierto, la Marina Mercante como institución está conformada por los diferentes agentes que intervienen para hacer posible el transporte, es más cierto que sin FLOTA DE MARINA MERCANTE INTERNACIONAL, todos estos agentes anexos son manejados por capitales foráneos, por lo tanto el eje que sustenta la Marina Mercante es su flota, por las siguientes razones:

1.- Permite regular los fletes de comercio exterior.
2.- Generaría un ingreso al país por fletes y negocios anexos de aproximadamente 5,000 millones de dólares.
3.- Genera múltiples puestos de trabajo para: oficiales, tripulantes y anexos como reparación naval, logística y mantenimiento.

El transporte marítimo se dio desde sus inicios en el mundo, convirtiéndose hasta el siglo XVII, en la única vía de comunicación; dada su importancia el 6 de octubre del año 1916 el presidente José Pardo y Barreda dispone la creación de la Compañía Peruana de Vapores (CPV) y la construcción y explotación de un dique seco, el mismo que hoy es explotado con poco profesionalismo por el SIMAC.

La mejores épocas de la Marina Mercante Nacional, se dan entre la década del 60 y 80, en que se moderniza la flota nacional privada y pública, llegando a contar en la década del 80 con 65 buques con bandera nacional, más 10 buques alquilados chárter con capacidad de bodega de 1’160,000 toneladas métricas, disminuyendo en 1985 a 59 buques, con capacidad de bodega de 900,000 toneladas, que se extinguieron completamente en 1992.

Recordemos que entonces se manejaba el transporte de comercio exterior bajo la denominada RESERVA DE FLETES, misma que quedó fuera del negocio de transporte marítimo desde 1974, cuando en la última reunión en Ginebra se ofrece a los países involucrados en transporte marítimo, 40% de reserva de fletes de ida y vuelta y 20% libre para los buques trampas, sin itinerario fijo, que ningún país se acercó porque no modernizaron sus flotas ni puertos por el nuevo sistema de transporte marítimo que es el contenedorizado que se consolido en la década del 70.

El Perú en vez de entrar en un proceso de modernización y competencia del transporte marítimo, aprobó como miembro de la CAN, Comunidad Andina de Naciones, la resolución 288, que estipula que cualquier buque pueda transportar la carga; se agravó la recuperación de la flota mercante con el DL 644 del 22 de junio de 1991 y el DL 683 del 2 de noviembre de 1991, donde se libera totalmente el acceso a la carga nacional, bajo el principio de reciprocidad, estos decretos aumentaron el IGV hasta en 18%, lo cual, sumado al resto de impuestos, generaba un acumulado de 30% a la adquisición de barcos e, increíblemente, se libera de impuestos a los combustibles a las naves extranjeras, gravándose a las nacionales, medida que contribuyo a la liquidación de la flota mercante nacional. Nunca existió el principio de reciprocidad porque no se contó con flota mercante que haga competencia.

El 13 de abril del 2005, después de una larga gestión en que participaron los diferentes gremios de pesca, organizaciones chalacas a las que siempre agradezco, se logró la Ley 28583 de Reactivación y Promoción de la Marina Mercante Nacional, donde se crea el Consejo Consultivo de la Marina Mercante, siendo integrado solo por 2 miembros de la gente de mar: 1) de la Asociación Civil Bloque Marítimo Fluvial y Lacustre y el otro, por Femapor.

La Marina Mercante continua en un franco proceso de congelación y retroceso, como ejemplo puedo decir que la Escuela Nacional de Marina Mercante Almirante Miguel Grau, creada mediante DL 18711, bajo la directiva del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, y en coordinación con el Ministerio de Marina. Sin embargo el 19 de diciembre de 1997, mediante Ley 26882, se transfiere a la Escuela Nacional de Marina Mercante Almirante Miguel Grau al sector Defensa-Marina de Guerra, con autonomía administrativa, económica y educativa.

Este fue un punto de quiebre que marcó el retroceso en la formación y capacitación de oficiales especializados en las faenas marítimas de navegación, carga, descarga entre otras, siendo así que muchos de los cadetes, después de sus 5 años de formación en aulas, no pueden cumplir ni con 1 solo mes, del año requerido de prácticas a bordo de las naves mercantes, y muy lamentablemente, organizaciones que debían velar por el buen orden, prestigio y formación de los cadetes, se acomodan a sus intereses.