¡El nada autónomo USA Justice Department, que depende de Donald Trump, no tramita aún la detención de fugitivo Alejandro Toledo. Juega a la mecedora, como antes lo hizo Japón, respecto de su connacional Alberto Fujimori!

El expedientillo peruano que busca la captura de Alejandro Toledo, como paso previo a su extradición, se encuentra encaletado en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, órgano que depende directamente de las decisiones del presidente magnate, Donald Trump, con quien apenas habló nuestro presidente PPK, en febrero último, entre el 23 y 27, en un viaje extraño por lo supersónico. ¡Kuczynski fue recibido por Trump sin agenda antelada, que usualmente está repleta por muchos meses del año!

Para que opere la detención material de Toledo, un juez federal USA debe ordenarlo, si acaso examina con buenos ojos el pedido peruano, es decir, los documentos remitidos. Esta decisión judicial norteamericana aún no es posible. Ni va a serlo pronto, si acaso el ejecutivo de Trump no le concede el visto bueno.

Resulta que el citado Departament of Justice, órgano dependiente en todo del Poder Ejecutivo norteamericano, que preside el impredecible Trump, dueño de la situación, y del cargo de su ministro, todavía no ha decidido iniciar ese trámite. Al contrario, puso objeciones iniciales que supuestamente ya han sido subsanadas por la respectiva fiscalía y el juzgado peruanos. Sin embargo, sigue la corrupta mecida y nuestros fiscales callan, no dicen esta boca es mía. El pueblo peruano no cuenta para sus sueldos de cada mes.

¿Será que la siempre poderosa mafia financiera norteamericana, imbricada de judíos y sicilianos, está cubriendo con una pertinaz eficacia al chueco Alejandro Toledo, luego de la visita exitosa de Pedro Pablo Kuczynski al sistémico Donald Trump, ambos de semejante camada o lechigada?

¡Que nuestros fiscales alcen la voz y tuerzan a la muñeca gringa, que hasta ahora es oscura y pringosa como muchas otras del orbe!