Los primeros 200 camiones cargados de armas y municiones enviadas por el Pentágono a las YPG llegaron en 2 convoyes separados a la ciudad de Hassakeh, en territorio sirio, el 11 y el 19 de septiembre de 2017.

Los camiones venían del Kurdistán iraquí y pasaron por el puesto fronterizo de Semalka.

Ese armamento no está destinado a la lucha contra el Emirato Islámico (Daesh), ya a punto de ser erradicado en el Levante, sino que será utilizado en la próxima guerra contra Siria.