¿No es más fácil revelar su genuina identidad?

«Todo mundo quiere la verdad, pero nadie quiere ser honesto.»
Anónimo

La frase ¨sal del closet¨, es muy descriptiva en América, para hombres que se sienten atraídos por otros hombres, pero que por circunstancias ajenas a su voluntad, por aparentar ante la sociedad, por temor al qué dirán, por religiosidad, por no decepcionar a sus padres, por no desilusionar a sus hijos y a otros miembros de su familia, por no provocar dimes y diretes a la sociedad hipócrita en general, o por temor a no entorpecer sus carreras políticas, terminan casándose con mujeres,

Algunos lo hacen hasta dos o tres veces, es decir, matrimonio, divorcio y nuevo matrimonio, sin parar en la cadena hasta que los descubran, pero por más que intentan ocultar su doble vida y así hagan las mil y una para poder constituir la familia feliz, siempre hay algo que finalmente los delata, reza el dicho: “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.”

Aplaudo a aquellos que son sinceros y valientes y que dan la cara y te dicen su verdadera identidad sexual, personas que en realidad se merecen mi respeto, pero aquellos que quieren vender gato por liebre, mentir sin piedad y hasta demostrar signos de homofobia o querer ser de un día para el otro, grandes defensores de la familia, me dejan un sabor amargo en los labios, cuando la miel se convierte en hiel, las verdaderas pasiones y personalidades salen a la luz, hasta la gema más brillante, tiende a ensombrecerse al ser observador de tantas mentiras ocultas.

Suena inaudito, pero es mucho más común de lo que imaginamos, muchas mujeres, tarde o temprano, terminan descubriendo que fueron víctimas de una cruda realidad, que aún en el siglo 21 sigue dando de que hablar, es motivo de conversación en las reuniones de gente que oye los rumores sonando como tambores, urbi et orbi, a diestra y siniestra.

Tal cual, si más ni menos, se oyen separaciones y divorcios de un momento al otro, ¿qué fue lo que pasó?, ¿pero qué ocurrió?, ¿pero cómo?, ¿qué me estás diciendo?, ¿ pero qué, no te lo creo, eso no es posible, pero si están casados, pero si tienen hijos?, comentan y se preguntan, las vecinas, las amigas, las comadres, las sobrinas, las tías, las madres, las abuelas y todas las féminas pues porque tal detalle, es inexplicable, para las mujeres, porque no entendemos que hay otro mundo, con otras reglas y otros códigos, con mil secretos con candados con claves a los cuales no tenemos acceso, son misterios sin resolver, preguntas sin responder, lágrimas sin comprender, tiempo perdido que no volverá, que solo te hará recordar el resplandor de una era que se refleja en tu mente y que hoy ya ni las cenizas quedan.

Grupos de hombres descritos en la revelación de esta columna, son algunos de los que se encuentran en los círculos del poder económico y político, no tienen un trato horizontal entre ellos, su comunicación es muy directa y casi siempre deciden a quién le abren las puertas y a quién no, un juego de varones, un club privado, donde solo ellos deciden quiénes pueden ser admitidos, según sus requerimientos, una vida en espiral en la cual permiten la entrada a mujeres de las que pueden sacar ventajas, de las que pueden lograr algún beneficio, en sus proyectos no está el hacer Cenicienta a ninguna, de eso si hay total seguridad.

Quizás veré a muchos de ellos, volverse a casar y tener más prole, pero en el fondo de mi corazón, pensaré que amar es honestidad, ser feliz y no causarle daños a terceros.

¡Atrévete, sal del closet!