Mayores niveles de equidad un reto gigantesco

Perú se encuentra ubicado en una inmejorable ubicación geoestratégica, con abundante riqueza siendo necesario tomar la decisión de avanzar hacia una transformación productiva que no solo posibilite mayores tasas de crecimiento económico, sino también mayores niveles de equidad, tanto en la distribución de ingresos como en términos del desarrollo regional.

Las limitaciones del desarrollo altamente concentrado en el área metropolitana, ha llegado al punto que imposibilita al país a crecer a los niveles requeridos para asegurar confort y riqueza a las futuras generaciones en las próximas décadas de las diferentes regiones, por lo que urge la necesidad de definir e implementar nuevos esquemas de desarrollo productivo que contribuyan con el crecimiento económico, la generación de empleos productivos y la reducción de las desigualdades regionales.

Estrategias y ejes

La teoría del desarrollo regional interno plantea la necesidad de desarrollar una estrategia de transformación productiva que gire en torno al eje de los recursos propios con los que cuentan los territorios y las ventajas competitivas que los mismos pueden desarrollar. Uno de los modelos de desarrollo territorial más exitoso de las últimas tres décadas son las Zonas Económicas Especiales (ZEE), porque tienen la capacidad de potenciar el desarrollo de amplios territorios en los que existen ventajas competitivas territoriales aplicando una política productiva deliberada por parte de los gobiernos nacionales y regionales que promuevan las condiciones para su desarrollo.

La identificación y definición de zonas económicas especiales (ZEE) demanda un análisis de las características del desarrollo territorial (regional) y de las condiciones para el desarrollo de actividades productivas basadas en los recursos interiores existentes en las distintas regiones.

El análisis nos muestra que Perú no cuenta con una organización productiva basada y organizada por zonas económicas que promuevan un desarrollo regional equilibrado y un aparato productivo nacional eficiente.

Nueva economía y condiciones

La globalización obliga a una mayor integración de la economía nacional dado que en el ámbito internacional se acentúa la importancia territorial, los cuales se encuentran expuestos a las crecientes exigencias de la competencia global, por esta razón, el análisis territorial debe abordarse desde sus diferentes estructuras socioeconómicas, físicas, de infraestructura e institucionales internas.

Las nuevas condiciones de la economía mundial exigen esquemas de desarrollo productivo que aumenten los niveles de competitividad sobre la base de la innovación, generación e incorporación a las cadenas globales de valor, de igual manera desarrollar un sector empresarial nacional que tenga la capacidad de articularse a los sectores productivos más dinámicos.

Los nuevos enfoques y paradigmas de la geografía económica ponen énfasis en la capacidad competitiva de las naciones para la atracción de inversiones con alto componente tecnológico, el desarrollo de economías de escala y reducción de costos de transacción (particularmente los relacionados con los costos de transporte y localización).

Factores de atracción

Porter (1995) aborda el tema de la competitividad, afirmando que ésta supone un proceso fuertemente localizado que fomenta la especialización y la eficiencia local, siendo los territorios espacios que pueden ofrecer ventajas competitivas en la medida en que poseen distintos factores de atracción identificando, dos tipos de ventajas competitivas:

1.-Ventaja competitiva estática, o localización o concentración geográfica: es la disponibilidad de infraestructuras (transporte, sistemas de comunicación, conectividad, edificaciones, entre otros) y estándares de protección y conservación del medio ambiente.

2.-Ventajas competitivas dinámicas se generan cuando los territorios pueden ofrecer un entorno con recursos humanos calificados (institutos tecnológicos, universidades, centros de investigación, dinámica cultural), menores costos de mano de obra, capacidad de innovación tecnológica y empresarial, cooperación inter-empresarial, gobiernos locales promotores del desarrollo económico, entorno institucional propicio y pertenencia a redes de cooperación entre ciudades y gobiernos locales, entre otros.

En esta misma dirección Porter (1999) señala que para promover competencia como competitividad, es preciso que las ventajas competitivas de localización estén acompañadas de mejoras en infraestructura para reducir costos de transacción, así como para mejorar el acceso eficiente y ágil a los factores de producción y al aumento de su productividad; de tal manera, que la localización territorial de las empresas radica en buena parte la ventajas competitivas de las mismas.

Territorio y ventajas competitivas

De esta manera el concepto y esquema de cluster es una nueva forma de promover el desarrollo productivo a distintas escalas: local, regional, nacional y global. La dinámica de reestructuración y relocalización de las inversiones, en el contexto actual de mayor flexibilización del capital, gira en torno a las ventajas competitivas territoriales que los países pueden ofrecer

Markussen, Hall y Glassmeier (2000) proponen que la localización de las nuevas industrias en torno a las áreas metropolitanas, responde a tres variables principales:

a.-En primer lugar, los factores ambientales tales como buenas condiciones educacionales y de salud pública, entorno propicio para una buena calidad de vida, infraestructura suficiente y de calidad (facilidades de acceso a aeropuertos, autopistas, redes ferroviarias, puertos, comunicaciones globales).

b.-En segundo lugar, economías de escala basadas en las posibilidades de expansión productiva, presencia de servicios de negocios, localización y aglomeración de corporaciones.

c.-En tercer lugar, un medio innovador que promueva la sinergia organizativa, redes de empresarios, cultura cívica, gobiernos nacionales y locales proactivos y dinamismo de las organizaciones intermedias.

Factores fundamentales

Es importante mencionar una serie de factores como fundamentales para mejorar la competitividad y aumentar el bienestar de los habitantes de las regiones; entre los principales factores debemos destacar:

1.-Desarrollo tecnológico y la posibilidad de acceso a los sistemas más avanzados en este campo.

2.-Acceso y disposición de los centros tecnológicos y universidades.

3.-Acceso a redes avanzadas de información, infraestructura y eficiencia institucional.

Esquemas regionales

Uno de los principios de la economía regional es que los países se encuentran compuestos por diversas regiones con una serie de particularidades siendo en torno a este principio que alrededor del mundo se han implementado una serie de esquemas de desarrollo económico desde un enfoque de economía regional, que buscan potenciar las particularidades de cada región y consecuentemente el desarrollo de las naciones, habiéndose convertido la ZEE, en el motor del desarrollo de muchos pises, especialmente en el Asia.

ZEEs 1959 a 1980

Las ZEE tienen su génesis en el año 1959 en Irlanda, pero es a partir de la década de los 1980 que este esquema de desarrollo se aplica con gran éxito en la República Popular China. La necesidad de promover un desarrollo regional equilibrado para reducir los problemas de heterogeneidad estructural del aparato productivo, escasa generación de empleo productivo y desarticulación del aparato productivo, aunado a los problemas de pobreza y desigualdad interregional, que han llevado al gobierno chino a promover e implementar una estrategia de desarrollo territorial basada en la definición y consolidación de zonas económicas especiales “ZEE” en distintas regiones del país con potencial de especialización en una serie de actividades productivas que han dinamizado las economías locales y regionales

El éxito de las ZEE en China ha motivado que otros países imiten este tipo de esquema de desarrollo productivo con el propósito de descentralizar la industria concentrada en los centros urbanos y promover la igualdad, mediante el desarrollo regional. El atraso de muchos países como el nuestro se debe a la excesiva concentración de las actividades productivas y político-administrativas en la capital y otros pocos centros urbanos que ha conducido a un creciente problema de asimetrías de desarrollo regionales, siendo estratégico e importante identificar las potencialidades propias de las distintas regiones, en términos de la dotación de sus recursos, para poder determinar sus ventajas competitivas de sus actividades productivas que dinamicen el empleo de los factores y la generación de empleo productivo mejor calificado y remunerado en el territorio.

4 ZEEs en China

China como parte fundamental de su reforma económica, ha establecido cuatro zonas económicas especiales, a saber: Xiamen, Shantou, Shenzhen y Zuhai; destaca el caso de Shenzhen como el más exitoso, ya que entre los años 1980 y 2010, esta ciudad ha pasado de 30 mil a 10,5 millones de habitantes, ampliando la densidad de la población, dinamizando el mercado interno, facilitando el acceso de mano de obra y otros servicios públicos, que ha propiciado un proceso dinámico de aglomeración económica y encadenamientos productivos, siendo en la actualidad el principal centro productivo y comercial del país, así como en el mayor receptor de Inversión Extranjera Directa (IED), ha mostrado un crecimiento de 1,800 veces en los últimos 30 años, su PBI muestra un crecimiento de $70 billones de dólares, y un comercio exterior que sobre pasa los $100 billones de dólares. Se argumenta que las principales razones del éxito de Shenzhen se deben a la política estratégica de atracción de IED y reglas del juego claras (respeto a los contratos y seguridad jurídica) por parte del Gobierno.

Gobierno promotor

Otros factores relevantes que explican el éxito de esta ZEE son: su posición geográfica, el papel del gobierno local como promotor del crecimiento y desarrollo económico, infraestructura portuaria y urbana, y procesos migratorios del interior y exterior de China que han generado un desarrollo cultural caracterizado por actitud empresarial, ahorro e innovación; la consolidación de Shenzhen como ZEE, obedece a las reformas de políticas públicas como exoneración de impuestos, regulación en el uso del suelo, disponibilidad de expansión de las inversiones a un bajo costo, las empresas pueden retener divisas, innovación y flexibilidad en el mercadeo de productos, fácil conexión y movilidad con ciudades aledañas de interés, autonomía económica y política, desarrollo de infraestructura financiera y desarrollo integrado de las costas y los territorios interiores; para ello, con base a una investigación cualitativa y cuantitativa, se determinan las variables explicativas a considerar y su grado de influencia; dentro de las variables más significativas se encuentran las siguientes:

1.-Valor agregado

2.-Democratización del capital

3.-Nivel de pobreza de las regiones

4.-Personal ocupado en la industria

5.-Número de fuentes de empleo creadas en las regiones y densidad demográfica.

Criterios imprescindibles

Antes de autorizar una ZEE se deben aplicar criterios de priorización territorial en cuanto a la asignación presupuestal, teniendo como variables de análisis:

a.- Tasa de crecimiento,

b.- Tamaño del mercado global,

c.- Facturación, número de empresas,

d.- Empleo formal generado,

e.- Sector priorizado y sustitución de importaciones.

Tigres y su experiencia

Otro estudio de identificación de regiones potenciales para desarrollar ZEE como promotoras del desarrollo regional, se basan en la experiencia de los tigres asiáticos clasificándolos en cuatro categorías:

1.- Áreas metropolitanas

2.- Áreas portuarias

3.- Áreas fronterizas

4.- Áreas de intersecciones o cruces.

De los estudios de investigación, se concluye que el éxito de los ASEAN “países asiáticos” como países con una fuerte atracción de IED, responde a una serie de características como estar relativamente cerca de los puertos, acceso a mano de obra relativamente abundante y calificada (densidad poblacional alta), desarrollo de infraestructura y un buen estado de la infraestructura física y de servicios básicos. Estos estudios se deben de tomar en cuenta en nuestro país para impulsar las ZEE, ejemplo: Camboya, Laos, Myanmar y Vietnam, proporcionando autopistas, electricidad, redes de fibra óptica y agua potable.