Crónica de campañas y dineros empresariales

Las declaraciones del brasileño Jorge Barata, exsuperintendente de Odebrecht en Perú, ante los fiscales peruanos, causó una gran crisis –como muchos esperaban- no solo en los partidos políticos, sino también en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas – Confiep, el mayor gremio empresarial del país.

Jorge Barata declaró que el ex presidente de la Confiep, Ricardo Briceño Villena (2009-2011), convocó a una reunión en la sede de esa institución -cercana a las oficinas de Odebrecht- a representantes de las empresas más grandes del país -IDL-Reporteros menciona a los grupos Brescia, Romero, Gloria, Telefónica y Repsol-, para pedirles contribuciones a la campaña de Keiko Fujimori del 2011, para competir con Ollanta Humala. Barata dijo que la empresa Odebrecht aportó US$ 200 mil (1).

Si bien esa reunión fue negada en un inicio por Ricardo Briceño en una entrevista en RPP (2), horas después fue reconocida en la misma RPP por Roque Benavides Ganoza, actual presidente de la Confiep y también de Compañía de Minas Buenaventura. Benavides también admitió que la Confiep hizo una bolsa durante la campaña electoral del 2011 que ascendió a más de US$ 2 millones, pero no fue para entregar a la candidata Keiko Fujimori, sino “para una campaña en favor de la empresa privada” (3).

En otra entrevista, esta vez en ATV, Roque Benavides admitió que personalmente, apoyó las candidaturas de Alan García, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (PPK) “con cantidades muy menores… yo no mezclo la empresa”. Ante la insistencia de la periodista, aceptó que habría donado en campañas electorales montos en un orden de US$ 10 mil ó US$ 20 mil y que también había participado en los cocteles organizados a favor de la campaña de Keiko. También admitió que asistió al último Día de la Fraternidad Aprista (4).

La publicidad de la Confiep consistió en dos spots a favor de la empresa privada, difundidos durante la campaña de la segunda vuelta presidencial del 2011. Ambos spots al final tienen el logo de la Confiep y en uno de ellos, también está el logo de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), por lo tanto, es muy probable que la SNI hiciera una bolsa entre sus agremiados, similar a la Confiep.

Por cierto, la Confiep no fue la única que hizo spots en donde tácitamente se apoyaba a Keiko Fujimori o se atacaba al candidato Ollanta Humala. En redes circulan spots similares de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión y de Belcorp. En esa época también circularon rumores, principalmente provenientes del diario La Primera (100% a favor de la candidatura de Ollanta) de que los empresarios mineros hicieron una bolsa para que Jaime Bayly hiciera cinco programas dominicales en América TV atacando a Ollanta o de que la Sociedad Nacional de Minería pagaba a una encuestadora para que les hiciera un tracking poll, cuyos resultados distribuían cada mañana a sus agremiados.

En países como EEUU o Francia, con una estricta legislación sobre aportes económicos en campaña electoral, los spots de la Confiep habrían sido contabilizados –a la fuerza- en la campaña electoral de Fuerza 2011, además de una multa a la Confiep o Fuerza Popular. Acá no creo que le pase nada a la Confiep, uno puede exceder el tope máximo de donaciones (S/ 216 mil el 2011 y de S/ 237 mil el 2016) y no tiene ninguna pena, ninguna multa. Ni al Ejecutivo ni al Congreso les interesa una mejor legislación de aportes económicos a partidos políticos.

El apoyo de los empresarios no es nuevo en la política, proviene desde los orígenes de la república en el siglo XIX. Recién en este siglo, los partidos políticos están obligados.

El apoyo económico al Partido Civil

El Partido Civil fue fundado en 1871 y ha sido el partido político que más elecciones presidenciales ha ganado: un total de seis elecciones, dos en el siglo XIX y cuatro en el siglo XX. Su primer candidato presidencial fue Manuel Pardo y Lavalle, uno de los empresarios más destacados de su tiempo: fue gerente de la Compañía de Consignación del Guano y fue fundador de varias empresas, entre ellas, el Banco del Perú (1863), aseguradoras, entre otras.

Sobre el financiamiento para la campaña electoral de 1872, Jorge Basadre escribió: “Los antiguos consignatarios desplazados por Dreyfus, la mayor parte de los bancos y el alto comercio lo respaldaron y le permitieron contar con abundantes fondos para la campaña (5).

Los aportes a Alan García

Carlos Malpica Silva Santisteban (1929-1993) inició su carrera en el Partido Aprista hasta que se separó de éste en 1959, tras lo cual pasó por varios partidos de izquierda (MIR, Unidad Democrático Popular, PUM e Izquierda Unida). Él escribió lo siguiente sobre el financiamiento al Partido Aprista:

“La evolución de la relación del APRA con la burguesía fue gradual. En 1956, algunos empresarios aportaron voluntariamente reducidos recursos para la campaña electoral, entregando sus aportes generalmente a través de amigos comunes: todavía no era de buen tono codearse públicamente con dirigentes apristas.

En 1962 y 1963 se entregan los aportes económicos mediante amigos y también por intermedio de dirigentes partidarios que ya se habían vinculado al empresariado, generalmente haciéndoles favores usando su influencia con el gobierno de Prado.

El intermediario entregaba el cupo al partido religiosamente. Contadísimos casos se produjeron de retención de parte del dinero por el encargado de recabarlo, tratándose generalmente de cifras de poca monta.

A partir del proceso electoral de 1980, el número de aportantes aumentó y también la lista de cobradores, en la que se incluyeron nuevos amigos del APRA. En esta época se dieron varios casos de cobradores que retenían parte de los aportes: seguramente creían tener derecho a un porcentaje de lo recaudado.

En las elecciones de 1985 el favorito era Alan García, razón por la cual a los anteriores aportantes se sumaron miles de oportunistas que exigían entregar su cupo directamente al candidato presidencial. De allí que los fondos de la campaña, en su mayoría, fueron manejados por Alan García; y es así cómo adquiere compromisos a pagar con futuros negocios del Estado, y de allí también la presencia en destacados puestos públicos de cientos de personas que jamás habían militado en el APRA y ni siquiera habían sido simpatizantes, entre los cuales figuraban conocidos sinvergüenzas que se habían enriquecido aprovechando influencias en anteriores gobiernos” (6).

En una entrevista que hizo Dionisio Romero Seminario -presidente del Grupo Romero- frente a un panel de periodistas en el programa Pulso de Panamericana TV (11/08/1987), él admitió que realizó un aporte económico a la campaña de Alan García en 1985, señalando que su grupo apoya “económicamente a los candidatos en los que creemos”. Alan García negó haber recibido esos fondos y tres días después de la entrevista, los diarios publicaron un comunicado del Palacio de Gobierno que decía que es “totalmente falso que un poderoso banquero haya financiado la campaña del APRA en 1985” (7).

Los aportes a la campaña de Vargas Llosa

Uno de los momentos más importantes de la derecha peruana en el siglo XX, liderado por Mario Vargas Llosa, fue impedir la estatización la banca por parte del gobierno de Alan García. El escritor fundó el Movimiento Libertad, aunque este pronto hizo alianza con el PPC y Acción Popular formando el Frente Democrático–Fredemo, con el cual postuló a la presidencia en 1990.

La campaña del Fredemo fue considerada la más cara de su tiempo: en US$ 12 millones se estimaron los gastos de campañar (8).

“Individuos y empresas dan dinero, discretamente, a los candidatos —no es raro que a varios a la vez, según su cota en las encuestas— como una inversión a futuro, para asegurarse las prebendas del mercantilismo: permisos de importación, exoneraciones, concesiones, monopolios, comisiones, todo ese entramado discriminatorio con que funciona una economía intervenida. El empresario o industrial que no colabora sabe que el día de mañana estará en desventaja con sus competidores”, cuenta Mario Vargas Llosa en sus memorias (9).

“Decidí no saber quiénes hacían donaciones y cotizaban para Libertad y el Frente Democrático ni a cuánto ascendían las sumas donadas, para no tener más tarde, si era presidente, que sentirme inconscientemente predispuesto en favor de los donantes. Y establecí que sólo una persona estaría autorizada a recibir la ayuda económica: Felipe Thorndike Beltrán” (9), señaló el ahora Premio Nobel.

Vargas Llosa constituyó un comité para supervisar los gastos de campaña, conformado por Miguel Cruchaga, Luis Miró Quesada, Fernando de Szyszlo y Miguel Vega Alvear, a veces acompañados por Rocío Cillóniz; esta última, tras las elecciones, publicó un pasquín que sirvió de “tribuna a los renegados del Movimiento Libertad” (9).

El escritor señala que prohibió le informaran sobre ingresos y gastos de campaña, siendo la única excepción el que el jefe del Plan de Gobierno, Luis Bustamante Belaunde, le transfirió a Felipe Thorndike los US$ 40 mil que le dieron unos empresarios para “ayudarlo en su campaña de candidato a una senaduría” (9).

Tras perder el Fredemo la segunda vuelta, Felipe Thorndike y Freddy Cooper informaron –a pesar que no existía una ley que los obligara- que en tres años, el Fredemo recibió y gastó US$ 4.5 millones (9). Me imagino que ahí no estaban contabilizados los gastos de campaña de sus candidatos a diputados y senadores, también calificados de millonarios en la época.

Vargas Llosa también cuenta que desde los inicios del Movimiento Libertad en 1987, contó con seguridad privada pagada por empresarios (10). Hoy en día, estos gastos también serían considerados como gastos de campaña en diversos países.

La reelección de Fujimori en el 2000

El siglo XX se despidió con la campaña presidencial más cara: la reelección de Alberto Fujimori. Según Matilde Pinchi Pinchi, “se gastaron 80 millones de dólares del presupuesto de las Fuerzas Armadas y el SIN en la campaña de reelección del ex presidente Alberto Fujimori, entre setiembre de 1999 y abril del 2000”(11), aunque un informe del Congreso indicó que los fondos extraídos del Estado habrían ascendido a US$ 5.5 millones. Aun así, siempre hubo rumores de que millonarios empresarios apoyaron la reelección de Fujimori.

Vito Rodríguez Rodríguez, uno de los hermanos dueños de Gloria, donó US$ 500 mil para la campaña de la reelección. Otros empresarios que participaron fueron Raúl Modenesi con US$ 300 mil, Joaquín Ormeño con US$ 200 mil, Carlos Boloña con US$ 100 mil, Marco Winter Kleiner con US$ 100 mil, entre otros (12). Aunque en un Vladivideo (26/11/1999), Vladimiro Montesinos contó que Vito Rodríguez ha regalado 10 patrulleros para Arequipa y que va a pagar US$ 1 millón “que cuesta poniendo y toda la papelería en Lima y Callao por las carreteras norte y sur. Entonces, él va a dar la cara, dice yo estoy donando, no va a donar ni medio, pero da la cara” (12).

Vito Rodríguez siempre sostuvo que fue aportante a la campaña de reelección de Fujimori “por una deuda moral que él guardaba hacia el expresidente por haber acabado con el terrorismo (12). Recordemos que Vito Rodríguez estuvo 6 días secuestrado por el MRTA en la Embajada de Japón en 1996.

David Sobenes Torres, gerente legal de la empresa Gloria en esa época, señaló que la empresa contrató a fines de 1999 a la agencia publicitaria Publicits de Javier de las Casas para pagarle las facturas de la campaña publicitaria de la reelección. Gloria pagó US$ 970 mil en facturas a Publicistas y Publicits Asociados (12).

NOTAS

(1) Mella, Romina y Gorriti, Gustavo (28 de febrero del 2018). A quién y con cuanto. Recuperado de https://idl-reporteros.pe/jorge-barata-apoyo-a-campanas-de-keiko-fujimori-alan-garcia-ollanta-humala-alejandro-toledo/

(2) Ricardo Briceño dijo que Jorge Barata está “confundido o malintencionado” (1° de marzo del 2018). Recuperado de http://rpp.pe/politica/actualidad/ricardo-briceno-dijo-que-jorge-barata-esta-confundido-o-malintencionado-noticia-1107858

(3) Roque Benavides: Confiep recibió US$ 200 mil de Odebrecht para una “campaña en favor de la empresa privada” (1° de marzo del 2018). Recuperado de http://rpp.pe/politica/judiciales/roque-benavides-dice-que-confiep-recibio-aportes-de-odebrecht-para-campana-en-favor-de-la-empresa-privada-noticia-1107933

(4) Entrevista de Milagros Leiva a Roque Benavides en ATV Noticias (2 de marzo del 2018). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Ub-OV4zQUEg

(5) Basadre Grohmann, Jorge (2014). Historia de la República del Perú (1822-1933), Tomo 7. Lima: Producciones Cantabria SAC, p. 101.

(6) Malpica Silva Santisteban, Carlos (1993). Pajaros de Alto Vuelo. Alan García, el BBCI y los Mirage. Lima: Librería Editorial Minerva, pp. VII-VIII.

(7) Durand, Francisco (2013). Los Romero: fe, fama y fortuna. Lima: Ediciones El Virrey, pp. 298-303.

(8) Tuesta Soldevilla, Fernando (27 de mayo de 1990). Facturas de la campaña. Recuperado de http://blog.pucp.edu.pe/blog/fernandotuesta/1990/05/27/facturas-de-la-campana/

(9) Vargas Llosa, Mario (1993). El Pez en el Agua. Memorias. Barcelona: Editorial Seix Barral. Digitalizado y corregido por Gingiol (Diciembre de 2004), pp. 87-89. Recuperado de http://www.mercaba.org/SANLUIS/ALiteratura/Literatura%20Peruana/Vargas%20LLosa,%20Mario/Memorias/El%20pez%20en%20el%20agua.pdf

(10) Ibídem, pp. 108-109.

(11) Romero, César (26 de abril del 2004). Campaña de Fujimori en el 2000 costó US$ 80 millones. Recuperado de http://larepublica.pe/politica/364100-campana-de-fujimori-en-el-2000-costo-us-80-millones

(12) Congreso de la República. Informe Especial de Investigación Junio – 2002. Participación de principales accionistas de Jorbsa, en irregularidades detectadas durante el régimen de Alberto Fujimori Fujimori, pp. 5-8. Recuperado de http://www4.congreso.gob.pe/comisiones/2002/CIDEF/oscuga/informejorbsa.pdf