Según la prensa y los gobiernos occidentales, en la Ghouta Oriental había «400 000 rebeldes moderados».

Pero la operación militar de la fuerzas sirias emprendida con respaldo de unidades rusas en el marco del cese de hostilidades con los rebeldes sirios (Resolución 2401), está arrojando un resultado muy diferente.

Hasta el día de hoy, sábado 24 de marzo de 2018, con el 94% de la zona ya liberada y siendo ya poco probable que aún aparezcan allí grandes cantidades de personas, las cifras son las siguientes:
 105 000 sirios fieles a la República Árabe Siria han sido liberados del yugo de los yihadistas;
 otras 7 000 personas, probablemente yihadistas extranjeros y sus familias, fueron evacuadas, bajo escolta, hacia Idlib (alrededor de 1 500 de esas personas llevaban sus armas ligeras).

O sea, hasta el día de hoy, eso da un total de 113 000 personas, cifra muy inferior a las 400 000 que los países miembros de la OTAN repetían constantemente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Nadie se ha presentado como «rebelde moderado» ni ha solicitado la protección de Rusia.

Los sirios liberados están denunciando el hecho que los yihadistas usaban como esclavos a todos los varones en edad de poder cavar túneles y construir fortificaciones. También denuncian las condiciones de vida atroces que los yihadistas impusieron a todos los pobladores.

Los yihadistas recibían asesoramiento militar y órdenes de soldados regulares británicos y franceses. Estos últimos no fueron arrestados ya que fueron evacuados por separado en un convoy «humanitario» organizado especialmente para ellos por… la ONU.

Lo mismo sucedió en Alepo, en diciembre de 2016.

Conclusión: Nunca hubo en Siria una guerra civil sino una agresión externa planificada y patrocinada por Occidente [1].

[1«Agresión disfrazada de guerras civiles», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 27 de febrero de 2018.