El 30 de marzo fueron citados al Ministerio de Exteriores de Rusia los responsables de las legaciones diplomáticas de Australia, Albania, Alemania, Dinamarca, Irlanda, España, Estonia, Italia, Canadá, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldavia, Países Bajos, Noruega, Polonia, Rumania, Ucrania, Finlandia, Francia, Croacia, la República Checa y Suecia.

Se les entregaron notas de protesta y se les anunció que en respuesta a las infundadas exigencias de los mencionados Estados sobre la expulsión de diplomáticos rusos basada en las descabelladas acusaciones de Gran Bretaña contra Rusia en relación con el denominado «caso Skripal», la parte rusa declara «persona non grata» el correspondiente número de empleados de las legaciones diplomáticas de estos países en la Federación de Rusia.

Teniendo en cuenta que Bélgica, Hungría, Georgia y Montenegro decidieron adherirse en el último momento a los países antes mencionados, Rusia se reserva el derecho de adoptar similares medidas de respuesta con respecto a dichos Estados.