Esfandiar Rahim Mashaei, ex director de la oficina de Mahmud Ahmadineyad durante el mandato presidencial de este último, acaba de ser condenado a 5 años de cárcel por complot contra la República Islámica más un año de cárcel por propaganda contra el gobierno y 6 meses por ultraje a personas depositarias de la autoridad pública.

Mashaei (a la izquierda en la foto) fue presentado en 2013 por Mahmud Ahmadineyad como candidato a su sucesión en la presidencia de la República Islámica de Irán, pero el Consejo de Guardianes de la Constitución (no confundir con los Guardianes de la Revolución) vetó su candidatura calificándolo de «mal musulmán».

La hija de Mashaei está casada con el hijo mayor de Ahmadineyad.

Tanto el ex presidente Mahmud Ahmadineyad como Mashaei son partidarios de la Revolución antiimperialista del imam Khomeiny y –al igual que Khomeiny– entraron en conflicto con la clase clerical chiita iraní. Antes de su regreso triunfal, en febrero de 1979, el imam Khomeiny había sido rechazado por la clase clerical chiita iraní, que incluso había respaldado la decisión del shah Reza Pahlevi de expulsarlo de Irán. A pesar de lo anterior, la clase clerical acabó subiéndose al carro de la Revolución de Khomeiny para no enfrentarse al apoyo masivo del pueblo iraní a ese movimiento.

Antes de la condena pronunciada contra Mashaie, el ex vicepresidente de Ahmadineyad, Hamid Baghaie, fue condenado a 15 años de cárcel, en marzo de 2018, como resultado de un juicio secreto y de acusaciones igualmente secretas. En 2017, Baghaie también había intentado participar en la elección presidencial con el apoyo del ex presidente Ahmadineyad. Como en el caso de Mashaie, la candidatura de Baghaie fue impugnada por el Consejo de Guardianes de la Constitución.

Por su parte, el ex presidente Ahmadineyad está bajo detención domiciliaria a raíz de las protestas de diciembre de 2017 contra el gobierno del presidente-jeque Hassan Rohani.

La actual administración del jeque Rohani y sus aliados tratan así de decapitar el movimiento laico iraní, que predica la separación de las instituciones políticas y religiosas en el seno del Estado iraní.