Un tribunal del reino de Bahrein emitió una condena de cadena perpetua contra el jeque Alí ‎Salman (ver foto), ex presidente del partido Al-Wefaq, y dos de sus adjuntos, Hassán Sultan y Alí ‎al-Aswad. ‎

Los tres dirigentes fueron declarados culpables de mantener contactos con Qatar para derrocar la ‎monarquía bahreiní. Se trata de tres personalidades chiitas que encabezan la lucha contra la ‎dinastía reinante en Bahrein, la familia al-Khalifa, de confesión sunnita. ‎

En 2011, antes las manifestaciones pacíficas que estaban teniendo lugar en Bahrein‎, la familia real al-‎Khalifa pidió ayuda a la familia real de Arabia Saudita. Esta última envió entonces fuerzas represivas que ‎ahogaron en sangre las manifestaciones. ‎

El jeque bahreiní Alí Salman es un carismático líder que, luego de haber reclamado la restauración ‎del Parlamento –disuelto en 1990– y organizado importantes manifestaciones, fue obligado a ‎vivir en el exilio desde 1995 hasta el año 2001 y no tiene vínculos comprobados con Qatar. ‎Su partido fue prohibido en 2016 y los 3 dirigentes, ahora condenados, estaban en la cárcel ‎desde entonces. ‎

Según Amnistía Internacional, el juicio fue sólo una farsa y los tres líderes de la oposición a la ‎familia real bahreiní fueron encarcelados y condenados debido a sus opiniones políticas. ‎