La aviación de Israel bombardeó un objetivo en Siria, el 25 de diciembre de 2018, a pesar de la ‎nueva protección antiaérea. Es la segunda vez que aviones israelíes operan contra Siria desde el ‎despliegue de los misiles antiaéreos rusos S-300 entregados a Siria junto a una serie de radares ‎de última generación y con el sistema de gestión automatizada del espacio aéreo ‎‎Polyana D4M1.‎

Aviones israelíes violaron el espacio aéreo libanés, desde donde lanzaron varias bombas ‎teleguiadas hacia un aeropuerto de la capital siria en momentos en que la población siria ‎celebraba la navidad por primera vez desde el fin de la guerra. ‎

La defensa antiaérea siria destruyó más de 40 misiles pero al menos uno alcanzó su blanco, un ‎grupo de personalidades que estaba abordando un avión oficial iraní para participar en unas ‎obsequias en Teherán. Al menos 3 de esas personas resultaron heridas, así como 3 soldados ‎sirios. ‎

Durante los 7 años de guerra contra Siria, Israel fingió no intervenir en los asuntos internos de los ‎sirios, mientras que la República Árabe Siria emitía repetidas denuncias sobre el apoyo aéreo de la ‎aviación israelí a los yihadistas. ‎

Finalmente, Israel reconoció la semana pasada haber realizado más de 250 ataques aéreos ‎contra Siria sólo durante el tercer trimestre de 2018, lo cual representa un promedio de 2,7 ‎ataques aéreos al día. ‎