Dieciocho de los 23 Estados de la República Bolivariana de Venezuela se vieron privados de ‎electricidad por un fallo del sistema eléctrico que parecía haber comenzado en Caracas, ‎la capital, antes de propagarse al resto del país. ‎

Al parecer, al menos 79 personas fallecieron a causa del incidente, incluyendo varios ‎recién nacidos en diferentes hospitales afectados. ‎

El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaido, autoproclamadp presidente interino del poder ‎ejecutivo, acusó inmediatamente al gobierno del presidente constitucional, Nicolás Maduro, de ‎haber provocado el problema al robarse los fondos públicos destinados al mantenimiento de la ‎red eléctrica nacional e incluso lo acusó de haber asesinado a los bebés. ‎

Sólo al cabo de largas horas de intenso trabajo, los especialistas y las autoridades venezolanas ‎lograron determinar que el fallo fue causado por un ataque informático contra el sistema eléctrico ‎nacional. ‎

Posteriormente, el ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez acusó públicamente al ‎senador estadounidense Marco Rubio de complicidad en ese sabotaje. Como prueba de la ‎acusación, el ministro señaló que sólo minutos después del inicio del apagón el senador ‎estadounidense había publicado en su cuenta de Twitter un mensaje donde mencionaba el punto ‎exacto de la red eléctrica venezolana donde se produjo el fallo que hizo colapsar toda la red, ‎dato que los especialistas lograron determinar sólo al cabo de muchas horas de trabajo. ‎

El senador estadounidense Marco Rubio comparó al ministro de Información venezolano Jorge ‎Rodríguez con Muhammad Saeed al-Sahhaf, el ministro de Información del presidente iraquí ‎Saddam Hussein, quien comparecía ante las cámaras de televisión minutos antes del inicio de la ‎lluvia de bombas estadounidenses sobre Bagdad. ‎

El sabotaje es tradicionalmente una de las formas de acción preferidas de la CIA, que ha recurrido ‎constantemente a ese tipo de actividad contra la URSS y, en Latinoamérica, contra Cuba, ‎práctica que ha extendido actualmente a todos los teatros de operaciones –como Libia, Siria, ‎Yemen y ahora Venezuela. El sabotaje o destrucción de las redes eléctricas se considera una ‎forma de acción particularmente efectiva cuando se intenta afectar rápidamente el estado de ‎ánimo de las poblaciones. ‎