El Departamento de Estado estadounidense clasificó al cuerpo de los Guardianes de la Revolución ‎iraníes como «Organización Terrorista Extranjera» (Foreign terrorist organization o FTO). Con ‎esa decisión, anunciada el 8 de abril de 2019, es la primera vez que el Departamento de Estado ‎califica clasifica como terrorista a un cuerpo armado oficial de un Estado. ‎

El 21 de abril, el Guía de la Revolución iraní, ayatola Ali Khamenei, nombró al general Hossein ‎Salami comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución.‎

El 23 de abril, el Departamento de Estado reconoció que para clasificar a los Guardianes de la ‎Revolución como organización terrorista tuvo que adoptar previamente una serie de dispensas, ‎por demás muy poco claras. ‎

La explotación del petróleo iraní está en manos de los Guardianes de la Revolucion. ‎

El 22 de abril, la Casa Blanca puso fin a las dispensas que aún permitían a ciertos países seguir ‎comprando petróleo iraní a pesar de las sanciones estadounidenses contra la República Islámica. ‎Los 8 países autorizados por Washington a mantener por 6 meses sus compras de petróleo iraní ‎eran China, Corea del Sur, Grecia, la India, Italia, Japón, Taiwán y Turquía. ‎

A partir del 1º de mayo, Estados Unidos castigará toda compra de petróleo a Irán. Aunque ‎Washington sabe perfectamente que el petróleo se paga en el momento de la entrega en el punto ‎de destino y que el transporte exige generalmente varias semanas, el embargo estadounidense ‎se aplica también a los envíos que ya están en camino. ‎

El general Ali Reza Tangsiri, de los Guardianes de la Revolución, ha declarado que ‎si Estados Unidos impide el tránsito de los petroleros iraníes a través del Estrecho de Ormuz, Irán ‎está dispuesto a cerrar esa vía marítima, lo cual provocaría una crisis mundial del suministro de ‎hidrocarburos. ‎

En Pekín, el vocero del ministerio de Exteriores de China, Geng Shuang, ya hizo saber que su país ‎no se considera obligado a respetar el embargo estadounidense contra Irán, medida que ‎no tiene valor legal a la luz del derecho internacional. ‎

El precio del petróleo Brent registró un leve aumento mientras que el Departamento de Estado ‎afirma estar coordinando medidas con Arabia Saudita y con Emiratos Árabes Unidos para ‎garantizar el aprovisionamiento al mercado mundial. ‎

Según Barclays, la posible salida de Irán del mercado internacional provocaría poco cambio. Según ‎Goldman Sachs, los precios del barril de crudo se situarían entre 70 y 75 dólares. ‎