La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump está pensando incluir la Hermandad ‎Musulmana en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos. ‎

A pesar de su nombre, la Hermandad Musulmana no es una organización religiosa sino de ‎carácter político y, desde su refundación, después de la Segunda Guerra Mundial, ha estado ‎bajo control del MI6 británico. ‎

Desde que varios de sus jefes fueron recibidos en la Casa Blanca por el presidente Eisenhower, la ‎Hermandad Musulmana ha contado con el apoyo de la CIA. También tuvo el respaldo del ‎Pentágono desde que el consejero de seguridad nacional del presidente estadounidense James ‎Carter, Zbigniew Brzezinski, decidió utilizarla contra los soviéticos en Afganistán. Posteriormente, ‎los miembros de la Hermandad Musulmana participaron junto a la OTAN en las guerras ‎contra Yugoslavia, Libia y Siria. ‎

Bajo la administración Obama, la Hermandad Musulmana estuvo representada en el Consejo de ‎Seguridad Nacional y en el equipo de trabajo de la secretaria de Estado Hillary Clinton (foto). ‎

Pero el actual presidente Donald Trump es resueltamente contrario a esa cofradía secreta. ‎Su primer consejero de seguridad nacional, el general Michael Flynn, había preparado la inclusión ‎de la Hermandad Musulmana en la lista estadounidense de organizaciones terroristas. En su ‎discurso de Riad, el propio presidente Trump solicitó a los jefes de Estado musulmanes que ‎rompieran con la cofradía. ‎

Todos los grupos terroristas sunnitas que agitan la bandera del islam político, desde al-Qaeda ‎hasta el Emirato Islámico (Daesh), fueron creados por miembros o ex miembros de la Hermandad ‎Musulmana. Numerosos países musulmanes, como Egipto y Siria, así como Arabia Saudita desde ‎la caída del presidente egipcio Mohamed Morsi, han ilegalizado la Hermandad Musulmana, que ‎hoy sólo cuenta aún con el apoyo de la facción palestina gobernante en Gaza y de Pakistán, Qatar ‎y Turquía, aunque mantiene buenas relaciones con Irán y Jordania. ‎

En Europa, además del Reino Unido, los gobiernos de Alemania y Francia también han concedido ‎asilo a miembros de la Hermandad Musulmana en busca de refugio. ‎