Venezuela enfrentó un intento de golpe de Estado el 30 de abril y el 1º de mayo de 2019 [1]. El general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, director del ‎Servicio de Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), estaba conspirando con la CIA desde ‎hace un año y, sabiendo que estaba a punto de ser arrestado, decidió apostar todo a la carta del ‎golpe militar. ‎

Posteriormente, este general, actualmente prófugo de la justicia venezolana, ha emitido una serie ‎de declaraciones donde afirma que sigue siendo fiel al presidente constitucional de Venezuela, ‎Nicolás Maduro, y que quiso “salvar” al país de la influencia del círculo dirigente que rodea al ‎presidente y que, según él, está dispuesto a traicionarlo. Fue este mismo general Cristopher ‎Figuera quien afirmó falsamente que varios altos funcionarios bolivarianos se habían vuelto ‎contra el gobierno y el presidente constitucionales. ‎

En realidad, unos 50 oficiales, principalmente oficiales subalternos, traicionaron al gobierno ‎bolivariano y han sido arrestados o están actualmente prófugos de la justicia. ‎

El fiasco de la intentona golpista en Venezuela ha provocado una grave tensión entre el consejero ‎de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton –metido hasta el cuello en la fracasada ‎intentona–, y el presidente Donald Trump, quien acaba de expresar su oposición a una acción ‎susceptible de arrastrar Estados Unidos a una guerra. ‎

El único análisis que sigue en pie es el que formulara, hace 2 años, Thierry Meyssan en una ‎entrevista a Russia Today: el Pentágono ha iniciado una operación tendiente a destruir las ‎estructuras de los Estados en los países de la Cuenca del Caribe, independientemente de la ‎naturaleza de sus relaciones con los gobiernos de esa región. Y para lograr sus objetivos, ‎necesita desatar una guerra entre latinoamericanos, pero sin involucrar ‎directamente a Estados Unidos en el conflicto que espera provocar. ‎

Por otro parte, dos análisis erróneos sobre los acontecimientos registrados el 30 de abril ‎en Venezuela fueron publicados en varios idiomas en nuestro sitio, pero no en español. ‎Contrariamente a lo que se indicaba en esos dos análisis, los servicios de inteligencia de la ‎Federación Rusa se limitan a aportar a sus homólogos de Venezuela una contribución en materia de ‎formación sin desempeñar ningún papel en cuanto a la adopción de decisiones. ‎

Según nuestras informaciones, todas las decisiones están siendo tomadas personalmente por el ‎presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, a pesar de no tener este último ‎ningún tipo de formación especializada en tareas de inteligencia. ‎

[1«Golpe ‎de Estado hollywoodense en Venezuela», ‎‎Red Voltaire, 1º de mayo de 2019.