En una conferencia de prensa organizada el 19 de junio de 2019, el equipo investigador ‎internacional formado por los Países Bajos (Joint Investigation Team o JIT) acusó a 3 rusos y ‎un ucraniano de estar implicados en el derribo del vuelo MH-17 sobre la región de Donbass, ‎en 2014. ‎

Los acusados serán juzgados –probablemente en ausencia– por la justicia de los Países Bajos, ‎en Schiphol, a partir del 9 de marzo de 2020. ‎

En el JIT participaron expertos de Australia, Bélgica, Malasia, Países Bajos y Ucrania, pero Rusia ‎fue excluida de la investigación desde el primer momento porque fue considerada a priori como ‎culpable, tratamiento discriminatorio que no fue aplicado a Ucrania. ‎

Extrañamente, el JIT no aportó pruebas diferentes que las que ya había esgrimido antes el sitio ‎web Bellingcat, cuya incompetencia en materia de trabajo investigativo quedó demostrada en ‎su momento por el investigador alemán Jurgen Cain Kulbel [1]. ‎

El JIT rechazó además todos los datos que proporcionó Rusia, tachándolos simplemente de ‎‎«poco confiables». ‎

Las personas acusadas por el JIT parecen haber ejercido funciones en la defensa antiaérea de los ‎independentistas en el momento de los hechos, por lo cual el JIT las considera responsables del ‎derribo del avión de pasajeros. ‎

El Reino de los Países Bajos es considerado un «Estado ‎de Derecho». ‎