La República Popular China y la Federación Rusa vetaron ‎un proyecto de resolución contra Siria ‎presentado al Consejo de Seguridad de la ONU el 20 de diciembre de 2019. ‎

El proyecto de resolución que recogió el 7º veto de China y el 8º veto de Rusia a una moción ‎contra Siria había sido presentado por Alemania, Bélgica y Kuwait, pretendía ser una autorización ‎de «ayuda humanitaria transfronteriza» y contaba con el apoyo de los Estados que de hecho ‎bloquean el acceso del pueblo sirio a los productos de primera necesidad. Dicho proyecto violaba ‎además la soberanía de la República Árabe Siria, reconocida por la Carta de las Naciones Unidas y ‎ratificada en numerosas resoluciones del propio Consejo de seguridad. ‎

Finalmente, el proyecto rechazado apuntaba a autorizar de facto la introducción de armamento ‎en Siria, como supuesta «ayuda humanitaria». ‎

La Federación Rusa y la República Popular China recordaron ante el Consejo de Seguridad que ‎para hacer llegar ayuda humanitaria al pueblo sirio, existe una vía muy simple: hacerlo a través ‎del gobierno sirio. ‎

Rusia presentó un contraproyecto de resolución en ese sentido, contraproyecto que fue ‎rechazado por la mayoría de los miembros del Consejo. ‎