El presidente turco Recep Tayyip Erdogan comentó los enfrentamientos en la región siria de Idlib, ‎evitando mencionar el asesinato de 4 oficiales rusos del FSB perpetrado por grupos armados ‎turcomanos en la región siria de Alepo [1], y adoptó un tono amenazante el 3 ‎de febrero declarando: «Quiero decir a las autoridades rusas que nuestro interlocutor aquí no son ‎ellas sino el régimen. No se atraviesen en nuestro camino.»‎

Por su parte, el general Hulusi Akar, ministro turco de Defensa, confirmó que el ejército de ‎Turquía atacó 54 objetivos en Siria y mató 76 soldados sirios como represalia por la muerte de ‎‎5 soldados y de 3 civiles turcos. ‎

En una entrevista telefónica entre los ministros de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y de ‎Turquía, Mevlut Cavusoglu, la parte rusa subrayó que los enfrentamientos entre fuerzas sirias y ‎turcas son resultado de la no aplicación por la parte turca de los compromisos que el presidente ‎turco Erdogan contrajo en su encuentro del 17 de septiembre de 2019 con el presidente ruso, ‎Vladimir Putin. ‎

La parte rusa subrayó además que las tropas turcas no le dieron a conocer previamente ‎su desplazamiento en la región siria de Idlib, lo cual viola los acuerdos alcanzados en Sochi. ‎La parte turca desmintió lo anterior. ‎

A raíz de estos incidentes, las fuerzas rusas y turcas cesaron su patrullaje conjunto. ‎

La prensa turca afirma que las acciones militares sirias tienen lugar en momentos en que las ‎relaciones entre Turquía y la Unión Europea atraviesan un periodo difícil a causa de la instalación ‎de un oleoducto en el Mediterráneo y de la situación en Libia. ‎

Por su parte, la prensa rusa publica testimonios de ex yihadistas que dicen que Turquía los enroló ‎por la fuerza en el Frente al-Nusra, en 2011. ‎

El 4 de febrero, el ministro turco de Exteriores presidió en Ankara la conferencia de embajadores ‎turcos, bajo el tema “Asia nuevamente”. Durante el encuentro, el ministro turco mantuvo un bajo ‎perfil en cuanto a las relaciones con Rusia, denunció «la arrogancia del régimen de Damasco» ‎pero sostuvo que los procesos de Sochi y Astaná no están muertos sino sólo «afectados». ‎‎«No nos parecen convenientes los pretextos de los rusos, quienes afirman que no pueden ‎controlar enteramente al régimen sirio», prosiguió. ‎

Durante el transcurso de la semana, 151 000 civiles se desplazaron hacia zonas ocupadas por el ‎ejército turco huyendo de los combates pero no pudieron cruzar la frontera turca. ‎

Sin embargo, al llegar a Ucrania para participar en el 8º Consejo Estratégico turco-ucraniano, ‎el presidente Erdogan usó un tono sensiblemente más duro al referirse a Rusia. Erdogan pasó revista a la ‎Guardia Nacional ucraniana, ante la cual gritó «¡Gloria a Ucrania!», recibiendo como respuesta ‎de los soldados ucranianos el grito «¡Por los héroes de la gloria!», según el rito de los ‎colaboradores nazis ucranianos, utilizado ahora contra los independistas de la región del Donbass.‎

En Ucrania, Erdogan recibió al jefe de la brigada islamista internacional, Mustafá Yemilev ‎‎(ver foto), quien también se hace llamar «Mustafá Kirimoglu» [2], y reiteró que Turquía ‎no reconoce «la anexión de Crimea». ‎

[2«Ucrania y Turquía han creado una brigada internacional islámica contra Rusia», por Thierry Meyssan, ‎televisión nacional siria, Red Voltaire, 15 de agosto de 2015.