Al intervenir, el 5 de febrero de 2020, ante el grupo parlamentario su partido –el AKP– ‎el presidente turco Recep Tayyip Erdogan declaró: ‎

«Todo ataque, terrestre o aéreo, contra nuestras tropas o contra los elementos amigos ‎con los cuales trabajamos recibirá respuesta sin advertencia, sea cual sea el origen del ‎ataque. Nadie puede oponerse a que ejerzamos nuestro derecho a hacerlo ante la ‎incapacidad para garantizar la seguridad de nuestras tropas en Idlib.»‎

El 1º de febrero de 2020, «elementos amigos» de Turquía –cuyo ejército ha invadido el norte ‎de Siria– asesinaron 4 oficiales rusos del FSB en la región siria de Alepo [1]. ‎

Posteriormente, el 2 y el 3 de febrero, tropas turcas presentes en el norte de Siria se enfrascaron ‎en un sangriento enfrentamiento con tropas sirias, en la región siria de Idlib.

El 4 de febrero, ‎Estados Unidos expresó su apoyo a Turquía, y precisamente ese día, desde Ucrania, ‎el presidente turco multiplicó sus declaraciones provocadoras contra Rusia.‎

Los «elementos amigos» mencionados por el presidente Erdogan son grupos armados ‎turcomanos vinculados a la organización ultranacionalista turca conocida como los ‎‎«Lobos Grises» y yihadistas vinculados a al-Qaeda. ‎