Como hace cuatro años, este 15 de enero los ecuatorianos asistimos, en vivo y en directo, a la transmisión de mando del nuevo gobierno. Esta vez en medio de una expectativa mayor, ya que el Presidente electo venía de posesionarse simbólicamente ante los pueblos, en medio de un hermoso paraje andino y acompañado de dos mandatarios invitados que hoy son vistos por las fuerzas más retardatarias como los gobiernos de la izquierda radical en América, y que le pusieron un tono político diferente a este tipo de eventos en los últimos 25 años de democracia representativa.

Allí se habló de antiimperialismo, se habló de socialismo, y los medios tuvieron que reproducir ese mensaje, no con poco asombro y temor. Por ello, el discurso que el presidente Rafael Correa daría un día después en la posesión oficial, el 15 de enero en el Congreso, era esperado con optimismo por los sectores populares y con preocupación por la oligarquía.

“América Latina no está viviendo una época de cambios, sino un cambio de época”, dijo Correa frente a los diputados e invitados internacionales, refiriéndose a que ha llegado el fin del neoliberalismo como modelo económico y político en el Ecuador. “Más que liberar mercado necesitamos librarnos de atavismos nacionales e internacionales que nos dominan, priorizando al ser humano sobre el capital. Esa es una característica del socialismo del siglo XXI”, manifestó Correa. Y así puso su rúbrica en la corriente antiimperialista y progresista que se desarrolla en América. Puso también en evidencia que su proyecto busca un matiz propio: “nuestro gobierno es bolivariano y alfarista, que a nadie le quede la menor duda”.

Son cinco los ejes que guiarán al nuevo gobierno, según lo anunció el Presidente. El primero tiene que ver con lo que él llama “revolución institucional”, y se refiere principalmente a la realización de una Asamblea Constituyente “de plenos poderes” que, según lo dijo en su discurso y según consta en el texto enviado al TSE, tendrá como tarea “transformar el marco institucional del Estado” y expedir una nueva Constitución. Es decir, son dos propósitos y no solo uno los que guiarían a la Asamblea, y esto coincide con las reiteradas declaraciones de Correa respecto a que no solo está interesado en simples reformitas, o simples parches, sino en una verdadera “revolución ciudadana”.

Hay que esperar entonces que, primero, la integración de la Asamblea sea mayoritariamente popular y que garantice reales transformaciones y, segundo, que no se restrinja a simples reformas de textos constitucionales, como quisieran los opositores al cambio, sino que asuma la responsabilidad histórica de dirigir transformaciones profundas a la institucionalidad, que sienten bases sólidas para la construcción de una Patria Nueva. Y si se es realmente revolucionario, que permitan avanzar hacia una sociedad superior, de equidad y trabajo, de desarrollo y justicia: el socialismo. En el discurso que ha comenzado a plantearse en el escenario político, existen elementos importantes que abren la esperanza de que ésta no sea una nueva experiencia fallida en la labrada senda del cambio que han seguido los pueblos de este país, sobre todo en esta última década.

Mucho dependerá de que los pueblos y las fuerzas de izquierda y populares le tomen la palabra al presidente Correa, quien ha dicho: “Ustedes son los mandantes, y yo lo haré cumplir. Y ¿En qué consiste ese mandato? No en tibias reformitas, no en parches, no en arreglos cosméticos, sino en una verdadera revolución ciudadana. Es decir el cambio radical, profundo y rápido de las estructuras políticas, económicas y sociales vigentes”.

“Fortaleceremos los medios alternativos”

Mónica Chuji

Secretaria de Comunicación

“Hemos dicho en varias entrevistas que una de las prioridades de este gobierno es fortalecer los medios de comunicación alternativos como política de Estado. No cerraremos las puertas a los otros medios, pero, insisto, daremos mayor apertura y fortalecimiento a los medios alternativos”.

Unir sociedad civil con sociedad militar

Guadalupe Larriva

Ministra de Defensa

La presencia masiva de los presidentes de los países de la región demostró que vamos hacia la integración, hacia la formación de la Gran Nación Bolivariana, aquella nación que soñó Bolívar y que la podemos hacer realidad con toda la voluntad política, una voluntad política que va a significar hermanar a nuestro pueblo, buscar mecanismos de generar proyectos comunes para mejo9rar su vida, un proyecto que va a significar hacer del Ecuador y de América Latina un país en el que se erradique la pobreza, en donde la educación y la salud sean la prioridad de todos los estados, para tener un pueblo sano, robusto, unido, configurado a través de todo un mapa, de un subcontinente en vías de desarrollo.

Dentro de nuestro Plan Estratégico para Defensa y Seguridad está una palabra clave: la paz, y ella se logra uniendo a la sociedad civil con la sociedad militar y creemos que eso se puede hacer a través de varios mecanismos, uno de ellos por ejemplo es la objeción de conciencia, donde podemos llegar a los jóvenes con una gran cantidad de proyectos comunitarios, que tienen que ver con educación ambiental, educación para la salud, etc., en donde las FF.AA. trabajarían conjuntamente con un pueblo al que se pertenecen.

“La prioridad será la salud para los más vulnerables”

Carolyn Chag

Ministra de Salud

Nuestro objetivo será cubrir con la salud a toda la población, con medicina gratuita y con una atención de calidad. El país debe estar convencido de que las políticas de la salud cambiarán, más aún después de escuchar al presidente Rafael Correa acerca de que este sector también será una prioridad. La atención será especialmente para las personas con mayor vulnerabilidad como niños, tercera edad, discapacitados, embarazadas y todos los habitantes que sufran de enfermedades prolijas. Estamos seguros que existirá el presupuesto necesario para cumplir con esta demanda, además de mantener diálogos de concertación con los trabajadores de la salud”.

No pagaremos la deuda externa ilegitima

Ricardo Patiño

Ministro de Economía

Jamás debe atrasarse el pago a los servidores públicos. El 15% a los municipios y Consejos provinciales se pagará, espero que puntualmente, en la medida que hayan recursos. En cuanto a los atrasos no sé que voy a hacer, ahora voy a ver cuántos son, espero que no sean muchos.
Nos mantenemos en la posición de primero cumplir con los compromisos que hay con el Ecuador. Y si es que los recursos alcanzan, si es que esa deuda que se alega que el Ecuador debe es legitima, la pagaremos, pero si no nos alcanza la renegociaremos en el tiempo, y a aquella que no sea legítima no la vamos a pagar.

No voy a aceptar presiones de nadie, ni de los medios de comunicación, yo haré las cosas en el momento que deba hacerlas, así se lo he dicho al FMI y al Banco Mundial.

La deuda con el IESS vamos a irla pagando como se ha estado pagando. Hay que pagar, pero también vamos a pedirle al IESS que haga las cosas como tiene que hacerlas, porque tiene que mejorar mucho la calidad.

Si encontramos alguna anomalía con el manejo económico del anterior gobierno nosotros le avisaremos a los organismos de control para que fiscalicen

“Existirá soberanía petrolera y minera”

Alberto Acosta

Ministro de Energía y Minas

Empezaremos con resolver problemas pendientes y plantear soluciones de largo plazo. No nacionalizaremos el petróleo porque el país ya es dueño del recurso, constitucionalmente. Lo que hay hacer realidad es respetar la disposición constitucional, porque muchos grupos transnacionales se han acostumbrado a tener al petróleo a su servicio. Los lineamientos básicos están orientados a cumplir la oferta de que “La patria vuelve”, y eso implica resolver los problemas en el sector energético y minero, teniendo en cuenta, en primer lugar, a la atención al ser humano. La economía al servicio del ser humano y nunca el ser humano dependiente de la economía; asimismo el respeto a la vida y el respeto a la naturaleza.

Con respecto a la explotación minera, abriremos un gran diálogo nacional, porque la sociedad tiene que discutir cuál debe ser el futuro de la minería en el Ecuador. No podemos seguir con una situación en la cual se pone en riesgo la vida de nuestros compatriotas y se puede llegar a explotar, injustamente, la riqueza natural poniendo en riesgo la ecología. En este sentido haremos un gran debate nacional para que, incluso los mineros, puedan exponer sus criterios. Y vamos a poyar a la pequeña minería con asesoría técnica, mecanismos de financiamiento y estructuras que garanticen la seguridad del ser humano”.