Decía Mario Calderón Rivera, exsacerdote jesuita asesinado villanamente con parte de su familia en su propio apartamento (por los mismos sicarios que asesinaron, cerca de su domicilio a Eduardo Umaña Mendoza), refiriéndose al sacerdote revolucionario Camilo Torres Restrepo: "Camilo integra una antiélite compuesta por dirigentes estudiantiles, profesores, jefes políticos de oposición, directivas sindicales y de guerrillas, líderes de barrios." (M. Calderón, conflictos en el Catolicismo Colombiano. Pág.54)

En los primeros pasos hacia la confirmación del Frente Unido del Pueblo Camilo es entusiasta pero iluso. Invita a Alfonso López Miquelsen y María Elena de Crovo, del M.R.L.; a Gilberto Vieira y Manuel Cepeda del Partido Comunista; a Gerardo Molina y Luis Carlos Pérez, independientes; a Julio César Cortés, Hermias Ruiz y Álvaro Marroquín dirigentes estudiantiles políticamente bien diferentes, y a varios dirigentes de organizaciones políticas menores, sindicalistas desunidos, cooperativistas, líderes comunales.

En la reunión posterior Alfonso López y su escudera se retiran, puesto que tienen su propio partido; Gerardo Molina y Luis Carlos Pérez no vuelven; los comunistas se quedan, algunos pequeños grupos políticos se disuelven para favorecer el proceso, los estudiantes se convierten en el núcleo principal. Es en la Universidad Nacional en donde el Frente Unido gana más audiencia.

Cuando Camilo regresó de un viaje a Lima, tanto estudiantes como directivos universitarios le prepararon una entusiasta recepción de apoyo a sus planteamientos y decisión de pedir la reducción al estado laical. Trabajé activamente en su preparación. De allí surgió el Frente Unido del Pueblo, al que me vinculé estrechamente.

Siguieron luego los desplazamientos por diferentes ciudades, en los que participaban miembros del partido comunista.

Camilo no cree en la vía electoral, dice "El que escruta, elige", adopta y predica la abstención electoral beligerante. Grave dilema para el partido comunista que propone lo contrario y que aún así se queda en el Frente Unido con un pie afuera y otro adentro. Lo acompañaron en sus giras por todo el país designando como su representante y "asesor de Camilo", a Diego Montaña Cuellar. Camilo no había solicitado ningún asesor ni lo necesitaba.

Bien conocidos son los conflictos de Camilo con la máxima jerarquía de la Iglesia Católica, su solicitud de reducción provisional al estado laical, el trato despectivo que le da el Cardenal Concha y, finalmente, su incorporación a la guerrilla. Y creo que allí hubo una equivocación de Camilo que el jefe máximo del E.L.N. no aclaró: Camilo creía que con su prestigio y el apoyo popular, menos grande de lo que él pensaba, podía desde las montañas repetir el rápido proceso de Fidel y la Revolución Cubana. En ese intento murió en febrero de 1966, sólo cuatro meses después de su vinculación a la lucha armada.

Hubo equívoco claro de Fabio Vásquez puesto que la orientación del E.L.N. era la guerra popular prolongada, que esa organización aún continúa, pero a la que el jefe máximo le sacó el cuerpo en 1974, viajando a Cuba.

Pero en el fondo, ¿qué determinó la vinculación de Camilo a la guerrilla? Temía por su vida. Había sido maltratado fisicamente en las movilizaciones. En Medellín fué encarcelado durante tres días. Recibía amenazas. Sus amigos más cercanos de la Universidad Nacional, quines posteriormente también se vincularían al Eln, lo presionaron y crearon las condiciones para que diera ese paso.

Pensamiento vivo

Su trágica muerte nos paralizó. Sucedió en febrero de 1966 cuando los estudiantes se hallaban en vacaciones, no hubo extrañamente movilización alguna. Parecía que, como dijo Bolívar, habíamos arado en el mar.

He procurado mantener vivo el recuerdo de Camilo, mediante charlas en la Universidad Nacional y en la Distrital. En el auditorio principal de la Universidad Nacional organicé el primer "Reencuentro con Camilo" que espero se pueda repetir en el 2005. En éste tomó parte activa el profesor Eduardo Umaña Luna con quien también hemos organizado "charlas camilistas" en las facultades de Sociología y de Derecho.

El pensamiento de Camilo, hoy a los 40 años de haber formado el Frente Unido del Pueblo, aunque casi desconocido, sigue siendo válido. (ver recuadro).
El eco de su pensamiento y de su voz

"La unidad popular implica todas las formas de unidad obrera y campesina. Como lo que se plantea como objetivo fundamental es la toma del poder, entonces son válidos todos los instrumentos que nos ayuden a tomar el poder: la unidad del sindicalismo, la unidad de los campesinos, la unidad de los estudiantes. Todo tipo de unión es útil".

"Necesitamos algunas condiciones indispensables para hacer la unión. La revolución es un ideal que debe fijarse de una manera determinada y precisa. No podemos unirnos con base en ilusiones vagas... una de las primeras condiciones es lograr que la clase popular tenga una conciencia común..."

"De la misma manera que el Libertador Simón Bolívar promulgó su decreto de guerra a muerte en la lucha emancipadora, nosotros debemos promulgar hoy también un decreto de la lucha a muerte, aceptando todo lo que sea revolucionario, venga de donde viniere y combatiendo sin cuartel todo lo que sea anti-revolucionario, venga de donde viniere".

"Una de las causas principales para que la contribución del estudiante a la revolución sea transitoria y superficial es su falta de compromiso. Su inconformismo tiende a ser emocional o puramente intelectual. Esto explica también el hecho de que al término de la carrera universitaria el inconformismo desaparezca o por lo menos se oculte y el estudiante rebelde deje de serlo para convertirse en un profesional burgués, para comprar los símbolos de prestigio de la burguesía elevada".

"La mujer colombiana, como la mujer de todo país subdesarrollado, ha estado siempre en condiciones de inferioridad respecto del hombre y de la sociedad. Dentro de la clase popular la mujer tiene muchos deberes de tipo material y casi ningún derecho de tipo espiritual. El más alto grado de analfabetismo lo tienen las mujeres de tipo popular. Tienen que trabajar duramente en las ocultas pero en ocasiones muy duras labores del hogar y de las industrias menores (huertas, cerdos, gallinas, perros, etc.), sin consideración a las incomodidades y responsabilidades de la maternidad".

"La palabra REVOLUCIÓN desgraciadamente ha sido prostituída por nosotros, los que pretendemos ser revolucionarios. Se ha utilizado con ligereza, como una afición sin un verdadero respeto y sin verdadera profundidad".

"Yo considero a los Estados Unidos como enemigos del pueblo colombiano, no al pueblo de los Estados Unidos, sino a su sistema de grandes capitalistas norteamericanos. Y por eso, como sucedió cuando la independencia de Colombia, que los latinoamericanos tuvieron que unirse para luchar contra España, así en esta época nosotros tenemos que unirnos contra los Estados Unidos para luchar por nuestra liberación".