El Congreso tuvo como asistentes a delegados de organizaciones sindicales de todas las provincias del Ecuador e internacionales como de México, República Dominicana, Venezuela, Colombia, Argentina, Perú y permitió intercambiar experiencias, presentar un balance de las actividades en el Ecuador y hacer un acto en conmemoración a los 90 años de la revolución bolchevique en Rusia.

Según Orlando Pérez, delegado SinaFun y Educadores Bolivarianos (Venezuela), el Congreso es un acto histórico, pues ha permitido discutir sobre la necesidad de construir una central sindical en América Latina y el Caribe: “Con un criterio unificado se puede enfrentar la propuesta neoliberal que ha dejado sin presupuesto a los gobiernos para la seguridad social y servicios como la educación, la salud, la protección de la familia, etc., por esta razón entendemos que este frente sindical nos daría más presencia y fuerza. Después invitaríamos a otros países como Cuba, Guatemala, Nicaragua, entre otros, para participar en este mismo proceso, ya que la situación obrera en los países latinoamericanos es muy similar, pues la violación de sus derechos está hecha con la misma receta dada desde EEUU”.

Parte importante del Congreso fue la realización del Mitin Internacional en homenaje a los 90 años de la Revolución de Octubre. Patricio Rivera, en representación de las organizaciones marxistas internacionales, afirmó que este evento es de gran trascendencia, pues: “ Reivindica el papel que juega la clase obrera en la elaboración de los cambios de los países para poderse liberar de la opresión del capitalismo. Divide la historia del mundo y da esperanza a la humanidad de vivir en un mundo más justo y debe servir para apoyar a gobiernos antineoliberales, progresistas, antifacistas y así juntar fuerzas para ganar la guerra final y desterrar de este mundo el capitalismo y el imperialismo; por lo que debemos decir un claro ¡No a los Tlc’s! ¡No bases militares estadounidenses en ninguna parte del mundo!”

Galo Palacios, vocero del Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE), destacó que la Revolución bolchevique constituye un ejemplo victorioso del cual “los revolucionarios del inicio del tercer milenio debemos nutrirnos a fin de que los proletarios de la ciudad y del campo, la juventud y las mujeres, los explotados y oprimidos, seamos capaces de conducir la lucha a la revolución, la toma del poder que ponga fin a un sistema opresivo e injusto y dé paso a otro donde la base sea la solidaridad y el crecimiento justo del ser humano, que no es otro sino el socialismo”.

Los aproximadamente 600 participantes del VIII Congreso Nacional de la UGTE trabajaron en comisiones en donde discutieron sobre la realidad de los trabajadores del Ecuador y sus perspectivas. Luis Monroy, miembro de la Federación Democrática de Obreros de Esmeraldas, resaltó el trabajo de estas comisiones, pues posibilitó plantear nuevas plataformas de lucha: “Por ejemplo, como cuestiones puntuales, en mi grupo de trabajo se planteó la jubilación de la mujer a los 25 años de trabajo, sin límite de edad, y del hombre a los 30 años de labores; sin embargo nuestra meta final es la unificación del movimiento obrero para construir una nueva sociedad y, en este sentido, la cooperación e intercambio de experiencias con sindicalistas de otros países constituye un avance muy grande pues nos da mayor capacidad de acción y fuerza”.

Por su parte, Jorge Ayala, presidente a cargo el VIII Congreso de la UGTE, calificó de exitoso al Congreso: “La participación de los trabajadores nacionales fue muy comprometida, nos llena de perspectivas, y nos plantea un nuevo escenario de lucha con todos los pueblos caribeños y latinoamericanos”.

Sin embargo, la lucha va más allá del escenario reivindicativo: su lucha está orientada a sumar fuerzas para la construcción de una nueva Patria, más justa; claro está, además que los trabajadores estarán pendientes de lo que se apruebe en la nueva Constitución, que será elaborada por la Asamblea Nacional Constituyente, y exigirán que se impongan las necesidades del sector laboral, como buscar mejores condiciones laborales en todos los aspectos.

Y en ese objetivo, la experiencia y cooperación internacional es importante, Horacio Catena, representante de la Corriente Clasista y Combativa de Argentina, destaca la participación de organizaciones internacionales: “Hemos contribuido a la discusión sobre el desarrollo de las fuerzas revolucionarias y clasistas en América Latina; hemos intercambiado experiencias, pues la realidad regional es prácticamente calcada en todos los países en lo que se refiere a la flexibilización, precarización y explotación laboral y, claro, estamos comprometidos en la causa revolucionaria de toda América Latina, por lo que estos dos eventos han sido una reafirmación de este propósito”.

Después de una muestra de democracia sindical, se decidió que el Comité Ejecutivo será dirigido, por un período más, por Nelson Erazo, presidente; Kléber Alvarado, vicepresidente, y diferentes representantes del sindicalismo en el país. Según Erazo: “Todo el Comité Ejecutivo elegido para este período tiene el compromiso de avanzar en la perspectiva del crecimiento en la izquierda revolucionaria, en contribuir al crecimiento de un movimiento consecuente, democrático, pero que apunte a la necesidad de la eliminación de la explotación y la instauración del socialismo”.

El Congreso llegó a su fin y los delegados se despidieron con la firme convicción de hacer crecer el movimiento y luchar por alcanzar los objetivos planteados. Marcos Tello, dirigente sindical de México, dijo: “Nos entusiasmó conocer un proceso organizativo de trabajadores fuerte desde la base, que incorpora movimientos más allá de representaciones que a veces no tienen base, creemos que aquí hay un proceso de trabajo de masas muy importante”.