El derribo de un caza turco Phantom F4 por la defensa antiaérea siria, el viernes 22 de junio de 2012, constituye un elemento cualitativo que muestra cómo la crisis siria adquiere cada vez más una dimensión regional que puede tener repercusiones imprevisibles en todo el Medio Oriente.

Turquía desempeña un papel de primer plano en el entrenamiento, financiamiento y reclutamiento de los insurgentes que están librando una verdadera guerra contra Siria. Instructores militares turcos supervisan varios campos de entrenamiento y los servicios de inteligencia de Ankara proporcionan un importante apoyo a los rebeldes, que a su vez ejecutan órdenes directas de las autoridades turcas, como el secuestro de 11 peregrinos libaneses en la región de Alepo, hace un mes. El diario estadounidense The New York Times indicó además, el jueves 21 de junio, que responsables de la CIA trabajan secretamente en el sur de Turquía para ayudar a los aliados de Washington a decidir qué combatientes de la oposición siria recibirán armas para combatir al régimen del presidente Bachar al-Assad. El diario, que cita a los responsables estadounidenses así como a agentes de varios servicios de inteligencia árabes, informa que entre las armas se cuentan fusiles automáticos, municiones, armas antitanques, introducidos en su mayoría a través de la frontera turca, con ayuda de una red de intermediarios, entre los que se encuentra la Hermandad Musulmana. Turquía, Arabia Saudita y Qatar financian ese armamento, prosigue el diario estadounidense.

La búsqueda de datos de inteligencia ocupa un lugar de primera importancia en el apoyo a los insurgentes sirios y a los «afganos árabes» (¿O deberíamos llamarlos más bien mercenarios?). Según fuentes bien informadas, la aviación turca y los satélites de la OTAN participan desde hace meses en una intensa actividad destinada a transmitir a los rebeldes información sobre los movimientos del ejército sirio, la cantidad de efectivos desplegados en el campo de batalla y sus puntos de concentración y despliegue. Eso fue lo que permitió, por ejemplo, que los grupos armados lograran ocupar por sorpresa la ciudad de Hiffé y otras localidades sin enfrentar grandes dificultades, ya que conocían de antemano la envergadura y la fuerza del adversario que iban a encontrar allí. Cuando llegan los refuerzos, los atacantes son desalojados rápidamente y sufren numerosas bajas. Mientras tanto, el aparato mediático de Occidente, que funciona a toda máquina, hace el mayor estruendo posible alrededor de las «localidades martirizadas», con la esperanza de ejercer la suficiente presión para marcar puntos en el Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, Rusia, China y sus aliados no se han dejado desestabilizar hasta ahora por esas estratagemas político-mediáticas, las misma que ya vieron en la ex Yugoslavia, en Irak y, más recientemente, en Libia.

Con el derribo del avión turco, Siria ha querido enviar varios mensajes y en varias direcciones. En primer lugar, que conoce perfectamente el papel que está desempeñando Turquía, que no vacilará en defender su soberanía a cualquier precio e independientemente de las consecuencias, y que dispone de las armas, de la preparación y de la voluntad necesarias para ello.

Según informaciones seguras, el F4 turco fue derribado sólo unos segundos después de haber penetrado en el espacio aéreo sirio. No fue alcanzado por un misil sino por una batería antiaérea vinculada a un dispositivo de radar. Esto demuestra la eficacia y las posibilidades de la defensa antiaérea siria. Lo cual debería hacer reflexionar a todos los guerreristas que llaman a una intervención miliar contra Siria por creer que se trataría de un paseo, como en Libia.

Un vocero militar sirio ya había declarado que la defensa antiaérea siria había disparado sobre un objetivo aéreo «no identificado» que sobrevolaba las aguas territoriales sirias, a baja altitud y a gran velocidad, a alrededor de un 1 kilómetro de tierra firme, impactándolo de lleno. «El objetivo en cuestión resultó ser avión militar turco», indicó el vocero, precisando que, después de ser alcanzado, el aparato se incendió y cayó al mar. «El aparato en cuestión cayó en las aguas territoriales sirias, a 10 kilómetros del litoral sirio al oeste de la aldea Um Tuyur, en la provincia de Latakia», precisó el vocero, indicando además que las autoridades sirias actuaron de conformidad con las leyes internacionales en vigor.

Después de haber dado a entender, por boca del presidente Abdullah Gul, que el F4 podía haber violado el espacio aéreo sirio, Turquía dio marcha atrás en la noche del domingo. «Según nuestras conclusiones, nuestro avión fue derribado en el espacio aéreo internacional, a 13 millas náuticas de Siria», dijo Ahmet Davutoglu.

El belicoso ministro turco de Relaciones Exteriores, quien antes de dar un giro de 180 grados fue el autor de la teoría del «cero problema con los vecinos», insistió en que el Phantom F4 volaba solo y en que no tenía «ninguna misión, ni siquiera de recogida de información, sobre Siria».

Estas declaraciones totalmente opuestas muestran que existen divergencias en alto mando turco, entre los que quieren evitar la escalada que pudiera provocar un conflicto armado regional, y quienes no vacilan en jugar con el fuego, sean cuales fueren las consecuencias.

Turquía reclamó por lo tanto, el domingo en la noche, una reunión urgente de la OTAN, invocando el artículo 4 del tratado fundacional de la Alianza Atlántica, que prevé que los países miembros pueden someter un tema a la atención del Consejo de la Alianza y discutirlo con los aliados, subrayó una fuente diplomática turca que requirió el anonimato. La reunión está prevista para el martes. El mismo artículo 4 estipula que «las partes emprenderán consultas cada vez que, en opinión de una de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de una de las partes se vea amenazada».

Alzando el tono, Ankara previno a Damasco de que no debe desafiar militarmente a Turquía. «Nadie puede permitirse poner a prueba las capacidades militares de Turquía», afirmó Ahmet Davutoglu, quien parece haber cambiado su habitual traje de cuello y corbata por un uniforme de campaña. «Nadie puede amenazar la seguridad de Turquía», agregó, pasando por alto el hecho que es Turquía la que amenaza la seguridad de Siria al violar su soberanía y armando a los insurgentes que han instalado campamentos en territorio turco.

Pero, por si Ankara no lo sabe, o por si hace como si no lo supiera, Washington está perfectamente consciente de que todas las acciones que realiza el mando militar sirio se desarrollan con la amable comprensión de Rusia.

A buen entendedor…

El miembro de la Hermandad Musulmana Mohamed Morsi es proclamado vencedor en la elección presidencial egipcia

El miembro de la Hermandad Musulmana Mohamed Morsi ganó la elección presidencial en Egipto ante el ex primer ministro de Hosni Mubarak, Ahmed Chafik, según los resultados oficiales anunciados el domingo por el presidente de la Comisión Electoral, Faruk Soltan. Morsi obtuvo más de 13 millones de votos (51,73%), contra los más de 12 millones (48,27%) de su rival Ahmed Chafik. Se registró un 51% de participación, contra un 46% en la primera vuelta.

Poco después del anuncio de los resultados, la Hermandad Musulmana indicó que mantendría la sentada en la plaza Tahrir, en El Cairo, en protesta contra las disposiciones constitucionales recientemente impuestas por el ejército, disposiciones que permiten a los militares conservar un amplio control del poder. «La sentada proseguirá hasta que se anule la declaración constitucional complementaria», dijo a la televisión un responsable de la Hermandad Musulmana, Mohamed al-Beltagui.

El candidato de la Hermandad Musulmana, Mohamed Morsi, es el primer islamista que logra llegar al poder en Egipto así como el primer presidente electo luego de la caída de Hosni Mubarak, en febrero de 2011, resultado de una revuelta popular. El presidente electo saludó al ejército y a la justicia por haber garantizado el buen desarrollo de la elección presidencial. «Rindo especial homenaje a la justicia en Egipto, a las fuerzas armadas y a la policía por haber protegido el proceso democrático», dijo Morsi al referirse a la elección.

El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que ha manejado la transición en Egipto a partir de la caída de Hosni Mubarak, felicitó a Mohamed Morsi. «El mariscal Tantaui felicitó al señor Morsi», anunció la televisión estatal en una banda informativa.

Mahmud Zahar, alto dirigente del Hamas en la franja de Gaza, declaró que la victoria del candidato de la Hermandad Musulmana es un «momento histórico» para el Medio Oriente. «Es una nueva era que se abre en Egipto. Se trata de un revés para el programa de normalización y la cooperación securitaria con el enemigo israelí», estimó Zahar.

También Israel rindió homenaje al «proceso democrático» en Egipto y desea continuar su cooperación con El Cairo, según un comunicado de la oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. «Israel aprecia el proceso democrático en Egipto y respeta los resultados de la elección presidencial», indicó el comunicado. «Israel espera proseguir su cooperación con el gobierno egipcio sobre la base del tratado de paz firmado por ambos países en 1979», agrega el comunicado israelí.

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