El propietario de Porta es el magnate mexicano Carlos Slim Helú. Hasta el pasado 10 de mayo de 2008, las negociaciones con Porta Celular debían terminar, porque esta empresa, según reiteraba el gobierno, ofrecía hasta 280 millones de dólares por la nueva licencia de operación para continuar ofreciendo este servicio a cerca de 7.1 millones de clientes a nivel nacional.

Sin embargo, pudo más una llamada telefónica, y el dinero, que el servicio hacia los usuarios. Luego de reconocer que el presidente mexicano Felipe Calderón intervino para llegar a un acuerdo con el negocio de Slim, el Jefe de Estado, Rafael Correa, firmó el 12 de mayo la renovación del contrato, luego de reiterar que esta empresa tenía que retirarse el 28 de agosto.

Tal fue el convencimiento de los ecuatorianos, que Jaime Guerrero, presidente encargado del Conatel y titular de la Secretaría Nacional de Telecomunicaciones (Senatel), reiteró que el gobierno se haría cargo de la empresa hasta convocar a licitación pública para emitir la licencia a otra empresa. La llamada de su colega mexicano bastó para que, según los medios de información, se haya negociado con una empresa que evadió impuestos, cobró el redondeo de los centavos a dólar y entregó un pésimo servicio a los clientes.

Es así que, con la presencia del presidente de América Móvil, Daniel Hajj, el pasado 12 de mayo se logró un acuerdo para que esta empresa cancele 680 millones de dólares para continuar operando en el país. Las palabras del presidente respecto al tema, y que es algo que el pueblo no entiende, es que antes fustigó la presencia de Porta aduciendo que "es un peligro que el señor Slim esté monopolizando las telecomunicaciones a nivel de América Latina y en Ecuador… Pero aquí hay un gobierno altivo y soberano que no permitirá monopolios privados en servicios fundamentales para la población".

La negociación dudosa


Luego de la firma definitiva entre las partes, varias fueron las organizaciones que rechazaron esta ‘negociación’ porque, según aducían, “se violentó la soberanía de Ecuador, al permitir que Carlos Slim amplíe su monopolio móvil en el Ecuador y no se invierta en la compañía Alegro, que es ecuatoriana”.

El pasado 8 de mayo, Eduardo Delgado, dirigente de la organización social Polo Democrático, denunció que Porta y Movistar facturaron el año 2007 cerca de US$ 1.300 millones, esto significa que en los próximos 15 años la cifra llegará a US$ 19.500 millones, sin agregar los nuevos servicios de televisión, datos, Internet y video conferencia.

De su parte, Ecuador recibirá apenas 680 millones de dólares.“Las supuestas ventajas económicas y genialidad negociadora de Correa –aplaudida por los neoliberales- por haber subido el monto de la concesión a US$ 680 millones, de los cuales apenas US$ 90 millones (cada una de las compañías), serán pagados a valor presente, y el resto sacado de los bolsillos de los usuarios, durante los 15 años de vigencia del contrato”.

Según información pública, no solo se adjudicó la banda 800 MHz, sino la 1900MHz, que permite la transmisión de imágenes televisivas, datos e internet, video conferencia y casi 10 servicios adicionales convergentes. Frecuencias que recompensarán la disminución del minuto de llamada por este servicio móvil. Además se informa que varios días después de esta ‘altiva y soberana’ advertencia, la mexicana Telmex, de Slim, compró a Ecuador Telecom (Ecutel), empresa vinculada a Juan José Vivas, que tiene una concesión por 15 años otorgada en el 2002 para prestar telefonía inalámbrica fija, incluidos los servicios locales, de larga distancia nacional, telefonía pública y también transmisión de datos, amenazando seriamente a Andinatel, Pacifictel y Etapa.

Según información pública, se conoce que Ecutel se encuentra instalando fibra óptica sin autorización y a vista y paciencia del Superintendente, Paúl Rojas. A mayo de 2008, gracias al gobierno de Correa, Carlos Slim tiene el control de 68% del mercado celular y un importante nicho del mercado de telefonía fija.

El “Rey Midas”, como se le conoce a Slim, edificó su imperio a raíz de la privatización de la telefonía estatal mexicana, rematada al 20% de su valor real, por su “amigo”, el ex Presidente Salinas de Gortari, prófugo de la justicia. Salinas y Slim son considerados los más corruptos de México. Las negociaciones con Porta deberán ser aclaradas por el Gobierno para acoger con veracidad lo que en su cadena sabatina aseguró, sin profundizar, que fue un negocio en defensa de la soberanía ecuatoriana.

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