La educación está en crisis!” Esta es una afirmación que analistas, expertos educativos, ex ministros de educación, periodistas y conocidos personajes de la “vieja partidocracia” revelan
en varios medios de comunicación; cabría preguntarse: ¿Recién se dan cuenta o es nada más un elemento que de cuando en cuando lo ponen al debate con ciertas intensiones?

La educación está en crisis y eso no es ninguna novedad, los sectores que estamos vinculados
directamente al sector educativo, desde hace mucho tiempo, lo hemos denunciado al mundo; sin embargo no hemos recibido ninguna respuesta positiva por parte de los anteriores gobiernos, ni tenemos eco en los grandes medios de comunicación.

La pregunta que se pone en debate es ¿quién es el responsable?, ¿quiénes son los culpables?
Como el cinismo no tiene límites, resulta que los que han dirigido desde hace mucho tiempo las políticas educativas en el Ecuador, quieren pasar de acusados, al papel de acusadores.

Cada uno de los gobiernos vieron en la educación una carga, y por ello, pusieron al frente de esa cartera de Estado a sus representantes, los que empujaron políticas educativas de carácter neoliberal; estos funcionarios asumieron el Ministerio, con claros objetivos: desarticular la educación pública y privatizarla; para ello, necesariamente, tenían que reducirle su presupuesto,
desatenderla, cotizarla, para luego, justificar su privatización.

Este macabro plan lo ejecutaron Roberto Paisley (PSCPSP), Raúl Vallejo (ID), Galo García Feraud (DP), Alfredo Vera (ID), Rosalía Arteaga (PRE), Sandra Correa (PRE) Mario Jaramillo (DP), y otros tantos de ingrata recordación para el país. Como vemos, todos los partidos de derecha que han gobernado el país, han conducido los destinos de la educación; entonces no
es correcto que el capitán del barco, culpe de su inadecuada conducción a los tripulantes.

Si analizamos los datos, veremos claramente que ninguno de los anteriores gobiernos
cumplieron con lo estipulado en la constitución respecto a la entrega del 30% a la educación; el presupuesto se redujo el 29% en el año 1979, hasta llegar a niveles del 11% en el 2005. Este progresivo recorte, provocó por un lado el déficit de partidas docentes, las 14 mil escuelas
unidocentes, los bajísimos sueldos de los maestros, miles de escuelas y colegios destruidos,
falta de material didáctico y, por otro lado, obligó a los sectores educativos a organizarse y luchar, para defender la educación pública. Como vemos, no es posible que endosen la responsabilidad de la crisis educativa a quienes la hemos defendido.

La lucha que hemos desarrollado en defensa de la educación publica se ha expresado en todos los ámbitos, desde las movilizaciones, hasta las múltiples propuestas pedagógicas y académicas que se han levantado. En el año 1993 se realizo las Jornadas Parlamentarias por la Nueva
Educación, impulsada por el Bloque Parlamentario del MPD, la UNE, FEUE, FESE y demás sectores; en 1995, el Frente de Defensa del Laicismo, que detuvo la instalación de las dos horas de religión en las escuelas y colegios; en 1996 la I y II Conferencia Educación XXI, y en esta última etapa, el I y II Congreso Nacional de Educación Pública, que hizo pública la propuesta
de un nuevo modelo pedagógico denominado “Educación Emancipadora”; los ejes desarrollados en cada una de las propuestas educativas son:
a) Política de Estado

b) Inversión prioritaria

c) Participación social

d) Contraloría social y rendición de cuentas

e) Reforma educativa integral

Cada uno de estos espacios de análisis y discusión, generaron documentos, propuestas y acciones concretas para resolver la crisis educativa, no obstante, jamás los Ministros de Educación han recogido las diversas iniciativas que se han planteado, al contrario, se
empecinan en seguir impulsando una campaña de desprestigio en contra de las organizaciones
que han defendido la educación.

La UNE, la FESE, la FEUE y el MPD, junto a otras organizaciones y sectores sociales, son firmes defensores de la educación, así lo registra la historia. Grandes han sido las jornadas de lucha y movilizaciones, que detuvieron la pretendida privatización de la educación, expresada en las “propuestas” de la derecha de municipalización, autonomía y autogestión.

En 1998, el bloque del PSC presentó el proyecto de “Ley de Fomento y Desarrollo Educativo”, que pretendía la privatización de la educación a través del cobro de pensiones mensuales; en el año 1999 y en el 2000, la extinta Democracia Popular (hoy UDC) presentó sus proyectos
de Ley de Educación con la misma lógica privatizadora, dándole fuerza a la mucipalización
de la educación; de la misma forma, la entonces diputada Susana González, del PSC, presentó la “Ley de Descentralización de la Educación”, con la cual, ésta responsabilidad del Estado pasaba a manos de los padres de familia y la comunidad, quienes se harían cargo del financiamiento de las escuelas y colegios, en otras palabras, PRIVATIZACIÓN. Frente a
cada una de estas arremetidas neoliberales, las organizaciones gremiales de maestros y
estudiantes, UNE, FESE, FEUE, con el apoyo del bloque de diputados del MPD, derrotaron en las calles y en el parlamento, a estos intentos privatizadores; gracias a esa lucha, el Ecuador es uno de los pocos países donde la educación publica aún se mantiene.

Todas las reivindicaciones alcanzadas por los maestros para mejorar sus condiciones salariales, la defensa del laicismo, las acciones para exigir más presupuesto para la educación y la oposición a su permanente recorte –sería largo enumerar-, se las debemos a estas organizaciones, que son verdaderos bastiones en la defensa de este derecho humano, la educación. “Al cesar lo que es del cesar”.