Más que cambiar de rumbo se trata de profundizar los cambios que ya hemos iniciado, hacerlos más radicalmente, más aceleradamente. No descansaré hasta construir la patria que merecemos, ese proceso no es trabajo de un solo hombre ni de un Gobierno, sino de todo un pueblo. Los cambios son posibles pero fuera del sistema capitalista, dentro del nuevo socialismo” fueron las palabras que el Jefe de Estado mencionó en la celebración de su reelección.

Aunque a muchos sorprendió esas declaraciones, lo cierto es que en los próximos días el Primer Mandatario oxigenará su gabinete, luego que muchos de sus ministros pusieron los cargos a su disposición. Funcionarios que han sido acusados de haber pertenecido y hasta asesorado a la ’partidocracia’ y quienes, para muchos analistas, impedirían una mayor radicalización económica y política del Primer Mandatario. Ministros, como así lo informa la web de diario Hoy, como el ministro de Trabajo, Antonio Gagliardo, que fue ministro de Bienestar Social de Rodrigo Borja (ID); el ministro de Transporte, Jorge Marún, fue titular de Industrias de Abdalá Bucaram, además de diputado y prefecto de Los Ríos por el PRE. La ministra coordinadora de Patrimonio, Dorís Solís, fue titular de Turismo de Lucio Gutiérrez (PSP); en ese Gobierno, además, fue subsecretario el actual ministro de Industrias, Xavier Abad. En el gutierrismo ingresó al Conelec el principal de Electricidad, Alecksey Mosquera.

Entre otros funcionarios se encuentra el ex colaborador cercano de León Febres Cordero, hoy asesor Jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, asimismo, Raúl Vallejo, Ministro de Educación, afiliado a la Izquierda Democrática, ex Ministro de Borja y Palacio, entre otros. Este último, según el periodista de diario El Universo, Jorge Imbaquingo, al que más guarda respeto Rafael Correa por sus propuestas en la educación, y con quien se conocen desde que eran estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil. “Vallejo lo ayudó en su campaña para ser presidente de la Federación de Estudiantes y luego se volvieron a encontrar como ministros del gobierno de Alfredo Palacio. Aun así, más estrecha es la relación que mantiene Vallejo con Ricardo Patiño, porque también fueron compañeros en el colegio Cristóbal Colón, en Guayaquil”, indica Imbaquingo. Ministro que junto a Alfredo Vera Arrata, secretario actual de Transparencia de Gestión, según lo denunció la Directiva Nacional del Movimiento Popular Democrático (MPD), realiza una campaña de desprestigio en contra del MPD y la UNE, desde distintos sectores del gobierno y quienes representan los rezagos de la ’partidocracia’ en el régimen de Rafael Correa. "Le hemos planteado al presidente Correa que debe limpiar su Gabinete de aquellos que andan ’pintaditos’ de verde", manifestó la Presidenta de la UNE, Mery Zamora. Gabinete que hay que oxigenar porque se han vinculado con figuras políticas como Febres Cordero, Gustavo Noboa, Jaime Nebot Saadi y Jamil Mahuad.

Pese a estas denuncias, el Presidente de la República nunca ha abordado el tema, y en los dos años de gobierno lo que ha hecho es mover a sus ministros a funciones donde más acierten con la arquitectura política de su diseño de Gobierno. Si ésta es la lógica, no sorprenderá que en esta nueva oxigenación se realice el mismo procedimiento, donde los recambios en el Gobierno tendrían un objetivo claro: mantener un círculo de colaboradores que le sean de gran confianza al Jefe de Estado. O como afirma el analista y periodista Luis Almeida, que más allá de la confianza de sus ministros dentro del equipo de Gobierno del Movimiento PAIS existe un circulo íntimo, que podría llamarse de primera línea, que influyen en las decisiones del jefe de Estado. Según este periodista, este grupo estaría conformado por Fernando Bustamante, Fander Falconí, Vinicio Alvarado y Ricardo Patiño, quienes, en diferentes posiciones, y de acuerdo con las circunstancias, se encargan de ciertas tareas delicadas encomendadas por el Primer Mandatario. Personajes que incluso serían quienes acelerarían el distanciamiento con la tendencia democrática, patriótica, progresista y de izquierda.
Es necesario un gabinete y un círculo íntimo que radicalice el cambio, como arma que garantice la unidad de las fuerzas de la tendencia; la unidad de quienes hablan el mismo lenguaje: la necesidad del cambio, pese a los matices que entre ellas existe. Que plantean una Patria Nueva, como base para la construcción de una sociedad superior, de los trabajadores y los pueblos: El socialismo.