La instauración del mundo unipolar se hace actualmente a través del conflicto irakí y la destrucción de la ONU. Pero la guerra en Irak esconde otra guerra: la del control de la moneda.
Tentación separatista británica
La instauración del mundo unipolar se hace actualmente a través del conflicto irakí y la destrucción de la ONU. Pero la guerra en Irak esconde otra guerra: la del control de la moneda. En esta guerra financiera, los Estados Unidos intentan mantener el dólar como moneda única de referencia, mientras que una parte del mundo está intentando utilizar el euro como alternativa a la hegemonía estadounidense.
El cambio comienza a finales del2000, cuando Irak decide librar en euros y ya no en dólares sus transacciones petroleras y comerciales. La iniciativa es seguida por Corea del Norte e Irán. En marzo del 2001, Venezuela, uno de los motores de la OPEP, hace una intervención notoria sobre el uso del euro para la fijación del precio del petróleo. En 2002, China y Rusia comienzan a convertir sus haberes financieros del dólar al euro.
Si el gobierno Bush tiene sus propias razones para atacar al Irak, está sostenido por las instituciones financieras estadounidenses para defender la hegemonía del dólar. Al cubierto de la guerra contra Irak se desarrolla una guerra financiera mundial, en el centro de la que se encuentra la Unión Europea.
Las recientes discusiones en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU han hecho aparecer una viva tensión entre los Estados Unidos de América y el Reino Unido por un lado y Rusia, Francia y Alemania -y en cierta medida la China-, por el otro lado.
Esta controversia cristalizó una oposición anterior que tiene su origen en la mitad de los años noventa. Hay que plantearse de nuevo las alianzas económicas concebidas en ese momento para comprender ciertas posturas ocultas de la guerra contra Irak.
En esa época, la integración británica a la economía norteamericana conoció un gran crecimiento con la fusión de British Petroleum y American Oil Company, que dio origen a la tercera compañía petrolera mundial, BP-AMOCO. Además, al principio del 2000, el ministro americano de defensa, William Cohen, y su homólogo británico, Geoff Hoon, firman una declaración de principio sobre el material militar y la cooperación industrial. Los cinco gigantes americanos del armamento (Lockheed-Martin, Boeing, General Dynamics, Raytheon, Northrop-Grumman) concluyeron en la misma época una alianza con el británico British Aerospace Systems (BAES) en el marco del acuerdo sobre el "puente trasatlántico". Consecuencia de esta alianza, BAES se convirtió en uno de los mayores proveedores de material de defensa del Pentágono.
Respondiendo a este acercamiento americano-británico, Francia y Alemania estimularon las fusiones para dar origen en el 2000 a la European Aeronautic Defense and Space Co. (EADS) que integra en una misma entidad a Daimler-Chrysler, Aerospace AG, Aerospatiale-Matra y Construcciones Aeronáuticas S.A. La industria occidental de la defensa y de la aerospacial esta dominada desde entonces por dos grupos que se libran mutuamente a una guerra comercial encarnizada.
La alianza histórica entre el Reino Unido y los Estados Unidos no podía salir más que considerablemente reforzada, de tal modo que, de una y otra parte del Atlántico, se habló seriamente de la oportunidad para los Británicos de abandonar La Unión Europea para integrar el Alena (Acuerdo de libre cambio norteamericano, mercado único entre los Estados Unidos, Canadá y México).
El 4 de Julio de 2000, con ocasión de una reunión titulada "Euroland y Alena" organizada por el "Center for Policy Studies" británico, el senador republicano de Texas, Phil Gramm, presidente de la comisión del Senado sobre los asuntos bancarios, la vivienda y los asuntos urbanos, defendía así su proposición: "El mundo ha visto desarrollarse un número substancial de zonas de libre cambio. Los Estados Unidos son una de ellas: el Alena, que esperamos extender del Ártico al Antártico. Pero hoy he venido para hablar de la extensión del libre cambio trasatlántico. [...] Veo en él un medio para romper el bloque comercial regional. [...] Hay que crear un abuso de autoridad dramático. Creo que este abuso de autoridad podría ser un acuerdo de libre cambio entre los Estados Unidos y el Reino Unido. [...] En una semana, podría redactar una enmienda al Senado - y hacerla adoptar- que daría al presidente el poder, el mandato, de comenzar a negociar un acuerdo de libre cambio con el Reino Unido."
Muchos parlamentarios británicos tomaron posición sobre la cuestión y, como lo demuestran los debates de la Cámara de Comunes, la polémica fue viva.
Motivación fundamental ocultada
Es en este contexto que estadounidenses y británicos elaboraron el ataque al Irak.
Sobre los orígenes de este conflicto, han sido avanzadas tres razones mayores, que vamos a evocar brevemente antes de dirigir nuestra atención a una causa fundamental silenciada hasta entonces.
La doctrina Wolfowitz consiste en hacer una demostración de fuerza para disuadir a todos los países de oponerse en el futuro a la superpotencia estadounidense. La doctrina Perle quiere aprovechar el conflicto para remodelar el Cercano Oriente. Mientras que la doctrina Kissinger recomienda la toma de control de los recursos energéticos.
Varios objetivos relacionados con esta última. En primer lugar, los Estados Unidos, como primer importador mundial de petróleo (9,8 millones de barriles diarios en 2000 -es decir la mitad de su consumo- contra 5,5 millones en Japón o 2,7 en Alemania) deben asegurar su propio aprovisionamiento. Al mismo tiempo, tendrán el control del aprovisionamiento de petróleo a los otros países importadores y podrán por ello ejercer presiones útiles sobre sus gobiernos. Finalmente, la guerra permitirá a las compañías petroleras americanas acceder al petróleo irakí, conocido por ser el de menor costo de explotación y del que el bloqueo del país les había privado en provecho de empresas francesas, rusas o chinas.
Pero esto no es más que la parte emergente del iceberg.
Moneda de referencia
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, a fin de evitar los problemas que se planteaban antes del conflicto, la conferencia de Bretton Woods instauró la convertibilidad en oro de las monedas. Los bancos centrales estaban obligados a poseer las reservas de oro suficientes para asegurar la conversión de sus divisas. Pero en 1971, el gobierno Nixon decidió salir del sistema, reemplazando de facto el patrón oro por el dólar, que se convertía en una moneda fiduciaria -la moneda fiduciaria por excelencia. Actualmente, dos tercios de las reservas mundiales de los bancos centrales están constituidas de dólares, más de la mitad de los cambios comerciales se libran en dólares - y el único país autorizado a emitir dólares son los Estados Unidos de América. En cierta medida, desde 1971, el comercio mundial se ha convertido en un juego en el que los Estados Unidos producen billetes verdes mientras que el resto del mundo produce bienes que el dólar puede comprar.
Y last but not least, el dólar es, desde Londres a Teherán, desde Moscú a México, la moneda de referencia para las transacciones petroleras.
Bueno, tal era el caso hasta el 30 de Octubre de 2000, día en que el comité de sanciones de la ONU autorizó a Irak a librar en euros y ya no en dólares sus transacciones petroleras y comerciales. "Los Estados Unidos han intentado sin embargo bloquear esta operación, pero como observa un experto de la comisión de sanciones de la ONU: no hay base jurídica para bloquear la demanda irakí". La decisión irakí tomó efecto el 6 de noviembre, y el país decidió poco tiempo después convertir también en euros los 10.000 millones de dólares obtenidos del programa "petróleo contra alimentos" bloqueados en una cuenta de la agencia BNP-Parisbas de Nueva York.
Considerada como una decisión ante todo política de Bagdad en contra de Washington, la operación resultó económicamente muy rentable, ya que el euro ganó 17% respecto al dólar durante el año 2002. La cuestión que se planteaba entonces era saber si otros países seguirían el ejemplo - la peor pesadilla de la Reserva federal americana era que la OPEP decidiera en su conjunto hacer del euro la moneda de transacción para su comercio petrolero.
Jordania, cuyo principal interlocutor comercial es Irak, adoptó inmediatamente la divisa europea para sus intercambios con Bagdad. En cuanto a la Corea del Norte, adoptará dos años más tarde, el 1 de diciembre de 2002, el euro como su única moneda para sus intercambios comerciales.
Efecto dominó
En julio de 2002, los banqueros calculaban que los países del Golfo perderían en el solo año de 2002, 97.000 millones de dólares a causa de la devaluación de la moneda americana en relación al euro. Por su parte, el Banco central iraniano ha creado un comité para el estudio de la cuestión. De fuente iraniana, la institución habría hecho toda la fuerza posible durante el verano de 2002 sobre el ministro del Petróleo para que el país pasase al euro para sus intercambios petroleros. La substitución está más justificada por el hecho de que un tercio del petróleo del país se exporta a Europa. ¿Por qué, en esas condiciones, continuar utilizando la moneda estadounidense? Según un parlamentario iraní, "hay mucha probabilidad de que el parlamente adopte esta idea... Ahora que el euro es más fuerte, sería lógico.". Después del Irak y Corea del Norte, el Eje del Mal [1] estaba al completo.
Durante una conferencia bajo la égida del ministro español de la Economía, el 14 de abril de 2002, durante la presidencia de la Unión Europea por este país, el director del departamento de análisis del mercado petrolero de la OPEP, el iraní Javad Yarjani, tomó diplomáticamente posición:
"La cuestión que viene a la mente es saber si el euro se impondrá sobre los mercados financieros mundiales, desafiando así la supremacía del dólar. [...] Uno de los argumentos más convincentes para el mantenimiento de la fijación del precio y de los pagos en dólares ha sido más por el hecho de que los Estos Unidos sean un gran importador que por el que sean un gran productor. Sin embargo, examinando las estadísticas de las exportaciones de petróleo, se observa que la zona euro es un importador aún más importante de petróleo y productos derivados. [...] Conviene tener en cuenta que los productores, los grandes consumidores y los importadores de bruto de las zonas no-dólar, como la Unión Europea, comparten intereses comunes. [...] Si la fijación de los precios del petróleo se hiciera en euros, podría permitir a esta moneda adquirir el rango de divisa de referencia mundial. Existen también lazos comerciales muy fuertes entre los miembros de la OPEP y la zona euro - con más del 45% de las importaciones totales de bienes de los países de la OPEP proviniendo de los países de esta zona. [...] Conviene recordar que ciertos cambios en la conducta de los asuntos petroleros serán inevitables en los próximos años y debemos prepararnos a ello."
Según numerosos analistas, el periodo bisagra para este cambio será la ampliación en mayo de 2004 de la Unión europea, que hará pasar la población total a 450 millones de personas para un PIB de 9.600 millones de dólares contra 280 millones de personas y 10.500 millones de dólares para los Estados Unidos de América.
Este análisis vale también para la utilización del euro por Rusia. El 21% del petróleo y 41% del gas importados en la Unión Europea provienen de este país. Tampoco aquí se justifica la utilización de la moneda americana. Es la sustancia del mensaje que Romano Prodi, presidente de la Comisión europea, ha hecho pasar a Vladimir Putín durante la cumbre Rusia-Unión Europea que tuvo lugar en mayo de 2001. Haciendo brillar un crecimiento de los intercambios entre las dos regiones y un aumento de las inversiones procedentes de la Unión, el europeo ha acuciado a su homólogo para que aumente la parte del euro en los pagos comerciales y las reservas del Banco central. "El papel significativo que la Unión Europea representa en Europa y en la política mundial, nos empuja objetivamente a una cooperación más próxima", concluyó el presidente ruso.
China y Rusia ya han comenzado a convertir sus haberes financieros de dólares a euros, con el objetivo, a término, del reparto por igual entre las dos monedas. Como Irak, Irán, Corea del Norte, Rusia, China y numerosos otros países, Venezuela ha decidido diversificar las reservas de divisas de su Banco central vendiendo dólares para comprar euros. Más preocupante todavía para los Estados Unidos, los días 6 y 7 de marzo de 2001 se celebró cerca de Moscú el Internacional finance congress titulado "Proceso de globalización y amenaza oculta de la crisis de las divisas de reserva mundiales". Durante el primer día, el embajador venezolano en Moscú, Francisco Mieres-López, hizo una destacada intervención sobre el tema de la factibilidad del paso del dólar al euro para la fijación del precio del petróleo. Es conveniente recordar aquí que el acontecimiento se desarrolla un año antes del golpe de estado abortado, que el secretario general de la OPEP es venezolano y que la intervención del embajador se añade al acuerdo concluido por su país con trece otros Estados para cambiar su petróleo contra otros bienes o servicios, desmonetizando parcialmente los intercambios petroleros del 4° productor mundial.
Hundimiento de la economía US
La economía estadounidense está íntimamente ligada al papel del dólar como moneda de reserva y como moneda mundial de cambio. Si los principales países exportadores de petróleo y de gas decidieran proceder a todo o parte de sus ventas en euros, los países consumidores se verían obligados a vender una parte de los dólares de sus reservas para comprar euros. Al disminuir la necesidad mundial de billetes verdes, el curso del dólar -que reposa en gran parte sobre su hegemonía- caería, privando al país de su primer bien de exportación. EL contragolpe sería fenomenal para la economía del país, quien, privado de su control monetario y comercial mundial, ya no podría asumir sus pretensiones imperialistas.
[1] George W. Bush calificó al Irak, Irán y Corea del Norte como "Eje del Mal" en su discurso anual sobre el estado de la Unión, el 29 de enero de 2002.
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