Viajar a Cuba no es fácil desde Estados Unidos. De acuerdo a la ley del Embargo, los norteamericanos no pueden ir. Ni tampoco lo pueden hacer los ciudadanos de otros países residentes aquí. Solo aquellos que sean cubanos o hijos de cubanos pueden hacerlo por razones de familia en vuelos humanitarios, limitándose la posibilidad de viajar solamente una vez al año. Así lo determinan las leyes norteamericanas, que en el caso de Cuba mantienen vigente una prohibición establecida para complacer a la extrema derecha cubana que con su influencia de dinero y poder electoral en el sur de La Florida, ha venido sosteniendo por obra de chantaje, el libre acceso a la isla, un país tan cerca en la distancia geográfica y a la vez en la práctica tan lejos de los Estados Unidos.

Sin embargo y a pesar del Embargo, las cosas están cambiando. Se está produciendo lo que el filósofo español Ortega y Gasset llamara "La rebelión de las masas". Porque eso es lo que está ocurriendo con el movimiento creciente de personas interesadas en viajar a Cuba. ¡Una verdadera rebelión!

De acuerdo a los informes oficiales de Washington, todos los años y de manera creciente y sostenida son mas los norteamericanos que visitan Cuba utilizando la vía legal de solicitar un permiso especial al departamento del Tesoro de los Estados Unidos o que lo hacen de forma indirecta, por terceros países en franca violación del Embargo.

Viajan a Cuba norteamericanos académicos de universidades, estudiantes, científicos, investigadores, periodistas sin contar con los cientos de funcionarios electos entre los cuales se encuentran un buen número de Representantes. Senadores, Alcaldes, Concejales y Gobernadores, todos ellos interesados en ver con sus propios ojos la realidad cubana. Una realidad que dista mucho de ser el cuadro que se ha venido pintando desde hace muchos años por el gobierno de los Estados Unidos en sus evaluaciones sobre el acontecer cubano.

Lo que se dice de Cuba no es lo que en realidad se ve por los que allí van. La prueba al canto es que ningún norteamericano que ha visitado a Cuba- y ya son miles los que lo han hecho en los últimos meses - ha vuelto a Estados Unidos haciendo declaraciones negativas de nuestro país. ¿ Acaso dirán porque el "Brujo de Guanabacóa" les ha lavado el cerebro con humo de tabacos Cohíba o ron Havana Club?

Dirán, por supuesto, que es la natural reacción provocada por el deseo de viajar a lo desconocido. Y si así fuera, ¿ Qué? Derecho tienen los norteamericanos a conocer lo que desconocen sin que nada ni nadie se los deba prohibir y mucho menos para complacer a una minoría de recalcitrantes de la extrema derecha cubana de Miami, empeñada en imponer su punto de vista a toda costa, aún en contra del criterio de la mayoría del pueblo de los Estados Unidos.

Y que diremos de los cubanos. Pues los cubanos, aún a pesar de que se les limita la posibilidad de viajar a la isla solamente una vez al año, allá van por miles pasando por encima de las campañas que se viene haciendo por la radio y la televisión en español así como por el propio diario Miami Herald, para que no se visite a la isla. Los cubanos van y van por miles y miles, como ha ocurrido durante este mes de diciembre que según los datos oficiales son mas de 300 los vuelos a la isla rompiéndose el record de todas las cifras de años y meses anteriores.

¿Qué significa eso? Que los cubanos se han rebelado contra el chantaje que le venía imponiendo la extrema derecha cubana de Miami. Sobre todo se rebelan los cubanos más jóvenes, los que llegaron recientemente de Cuba y los que nacidos en Estados Unidos se consideran con el derecho a visitar a su país de origen sin el temor a que les llamen "traidores" o "comunitas" o que les tome películas en el aeropuerto en vulgar y cobarde coacción intimidadora.

Ni por las campañas de la Fundación Cubano-Americana ni por los "Tome Nota " o los "Tome Wisky", da igual. Ni por las declaraciones de Ilianita o Lincoln o su" fotingo". Ni ante las de amenazas de los terroristas, vestidos ahora de inofensivas ovejitas, ni por lo que diga el cura de la "sotana" que le reza a Santa Ana, los cubanos van a dejar de ir a Cuba.

Así de simple. Rompiendo el chantaje para darle la mano al pueblo cubano.