Se formó el alborto en la radio y la televisión de Miami. Un Guardacostas norteamericano retornó a un puerto de la costa norte de la isla a 35 cubanos que habían sido capturados en alta mar cuando intentaban llegar a territorio de Estados Unidos traídos a las costas de La Florida en una operación ilegal de contrabando de inmigrantes.
Al no lograr tocar tierra norteamericana se les aplicó por las autoridades competentes la llamada ley de "pies secos y pies mojados". Por lo tanto se les llevó de nuevo a Cuba en cumplimiento del tratado migratorio que existe entre los gobiernos de Washington y La Habana. No podía ser de otra manera. La ley es la ley.
Así se hacía bajo la administración Demócrata del Presidente Bill Clinton y así se hace ahora bajo el mandato Republicano del Presidente George Bush. No puede ser de otro modo. Hay que cumplir las leyes, estemos de acuerdo o no con ellas. De lo contrario sucedería aquí lo que está ocurriendo en Venezuela donde los sectores de la oposición están haciendo ingobernable ese país negándose con tumultuosas manifestaciones callejeras a aceptar el mandato presidencial que le otorgó el pueblo en las urnas al Presidente Hugo Chávez.
Si siendo entonces Bill Clinton Presidente de esta nación y Janet Reno su secretaria de Justicia, hubiera sucedido lo que acaba de ocurrir con estos 35 cubanos deportados a la isla, ya estuviesen los extremistas cubanos en las calles de Miami realizando manifestaciones de protestas y los locutores de la radio arengando con encendidas catilinarias, acusando de "traidores" a la democracia tanto al Presidente Clinton como a su Secretaria de Justicia Janet Reno.
¿Es que se nos ha olvidado ya lo que ocurrió en esta ciudad cuando en cumplimiento de la ley la administración Demócrata del Presidente Clinton devolvió al niño Elian González a Cuba junto a su padre que lo había reclamado con todas las de la ley?
Ah, pero no, quien está ahora en la Casa Blanca es el Republicano George Bush y no el Demócrata Bill Clinton y el Secretario de Justicia es John Ashcroft y no Janet Reno. ¿Por qué no salen ahora a la palestra pública los congresistas Ileana Roos y los hermanos Díaz Balart a acusar de "traidores a la causa de Cuba" al actual Presidente de los Estados Unidos como hacían con el Presidente Clinton cada vez que bajo su mandato se dictaban medidas relacionadas con Cuba en cumplimiento de lo que dictaban las leyes?
Los Pérez y los Roura de este pueblo - que no es sólo el Triple feo de Radio-Mambí- para ser consecuentes con lo que venían predicando en tiempos del mandato del Presidente Clinton, bien debieran a estas horas estar denunciando al Presidente Bush acusándolo por la radio de "violar los derechos humanos" de esos 35 cubanos que acaban de ser deportados a Cuba a bordo de un guardacostas de la marina de los Estados Unidos.
La razón de tal conducta inconsecuente es que se utilizaba el tema de Cuba para hacer política. Política sucia y barata en contra del Partido Demócrata que estaba entonces en el gobierno. Había que dar el escándalo entonces y lo dieron e grande cuando el caso del niño Elian González, sin importar lo dijera la ley ni lo que pensara la opinión pública de este país y del mundo entero.
Ahora que gobiernan los Republicanos con el Presidente Bush en la Casa Blanca y lo hacen bajo las mismas leyes de Estados Unidos Unidos, nada de tomar las calles ni de acusaciones de "comunistas traidores" ni de una ola de insultos como hacían en tiempos de Clinton.
No seremos nosotros los que le pediremos cuenta a los Republicanos por hacer que se cumpla lo que dice la ley. ¡Que protesten ahora los que votaron por Bush!
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