La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, la agencia del gobierno que regula las emisoras de radio y televisión del país tendrá que decidir si permite o prohíbe la compra a la cadena Univisión de la empresa radial "Hispanic Broadcasting Corporation" que es la más grande de la nación con emisoras en toda la nación y propietaria en Miami de cuatro de ellas, incluyendo "Radio.-Mambí" y "WQBA".

De aprobarse la compra de dicha cadena radial por la suma de dos mil millones de dólares se estaría dando inicio a la formación de un virtual monopolio en el campo de los medios de comunicaciones en español en Estados Unidos, por cuanto entre Univisión y la Hispanic Broadcasting controlarían las dos terceras partes de la publicidad que se hace en español en toda la nación. No sólo estaría amenazada la libertad de comercio si no que también se afectaría la libertad de expresión, el libre flujo de las noticias y opiniones que estarían dominadas bajo una gran sombrilla por donde difícilmente pasaría la luz de la verdad.

¿Sé imaginan Uds. Lo que pasará con las otras empresas de televisión en español, tanto la Cadena Telemundo y su Canal 51, como las emisoras independientes como el canal 41 o las señales de televisión por cable en español que hasta el presente representan la alternativa para el televidente frente a la poderosa Univisión?

¿Y en la radio hispana? ¿Qué pasará? Si a Univisión se le autoriza por el gobierno federal la compra de la cadena de radio más grande de todo el país, las emisoras competidoras independientes se verán acosadas en lo económico por un pulpo gigantesco con tentáculos en todas las ciudades y mercados de Estados Unidos con poderes omnímodos.

Podrán imponer la música que debemos escuchar, porque además de la televisión y la radio, también tienen sellos disqueros. Podrán decirnos que debemos leer, porque también tienen publicaciones en español. Y nos dirán a que espectáculos debemos asistir y hasta por quien se debe votar en las elecciones, porque en nombre de la libertad de expresión, lo que hace Univisión es romper la norma de la debida imparcialidad para apoyar a candidatos de su preferencia, a los que sirven a sus intereses empresariales o a los que gastan cuantiosas sumas, sumas millonarias en la publicidad electoral.

Ya sabemos los que vivimos en esta ciudad de Miami el poco respeto que algunos medios de comunicación tienen por la libertad de expresión. Dos de esos medios radiales, la "WQBA!" y "Radio-Mambí" forman parte de la "Hispanic Broadcasting Corporation" la cadena de radio que Univisión quiere comprar. A eso hay que agregar dos frecuencias musicales de FM y otro canal de televisión el Cinco, que forma parte de Telefutura que también es una empresa nacional de Univisión, aparte de que está asociada en Méjico a Televisa y Galavisión, mientras que en Venezuela está vinculada económicamente a Venevisión. El pulpo es también globalizador.

De consumarse la compra de la cadena de radio más grande de Estados Unidos por la empresa Univisión se estaría instaurando un peligroso monopolio que afectaría de manera negativa en el destino de todos los hispanos que viven en este país.
La decisión está en manos del gobierno federal. La administración Republicana del Presidente Bush tiene en sus manos una papa caliente. O se decide a favor del monopolio del poderoso caballero Don Dinero que es Univisión, o cumple con lo que es justo para el público hispano.

Lo que está en juego y amenazada es la libertad de comercio y la libertad de información. Nosotros estamos en contra del monopolio que quiere establecer Univisión ¡Votamos que no! Proteste Ud. si no quiere que Univisión lo convierta en un obediente robot humano manejado por televisión.