Un chiste rueda en Cuba de boca en boca sobre la separación de todos sus cargos del Ex Ministro de Relaciones Exteriores Roberto Robaina, noticia que en Miami ha dado pie a las más variadas teorías, desde que se trata de que el joven funcionario estaba en una conspiraron con la CIA hasta que siendo Ministro estaba preparando su salida para España donde pediría asilo político y denunciaría desde Madrid a Fidel y al gobierno al que hasta ese momento pertenecía en calidad de Ministro de Relaciones Exteriores. Y otra, que la Seguridad del Estado descubrió que Roberto Robaina planeaba venir para Miami en una balsa que tenía preparada en una playa del norte de la capital cubana. Por supuesto, que nada de eso es cierto. Ni hubo conspiración con la CIA por parte de Robaina ni mucho menos supuestas salidas ilegales del país, del ex dirigente de la UJC, ahora fuera de todo cargo de dirección en el gobierno cubano.

De que está preso, como se ha dicho por la radio d Miami, tampoco es verdad. Un periodista de una Agencia de Noticias extranjera, Prensa Asociada tuvo la oportunidad de hablar ayer mismo con Robaina cuando este salía en su pequeño carro Lada con rumbo a La Habana Vieja.
¿Y cuál es el chiste que circula por La Habana? Es sobre su apellido Robaina. ¿Roba y ná? Pues sí. Roba sí. Porque en Cuba en medio de toda una lucha y campaña contra la corrupción en cualquiera de sus formas, no es posible que un funcionario de tan alta jerarquía como es la de ser Ministro de Relaciones Exteriores del país, tenga tan mal juicio como para pensar que se puedan aceptar regalos de empresarios o funcionarios de otros países sin que eso tenga mayores consecuencias.

Hay quienes llevan a veces en el apellido su incierto destino. Y ese parece haber sido el caso de Roberto Robaina, que según se decía desde el mismo momento de su salida del Ministerio de gobierno, había establecido - sin dar cuenta oficial - una amistad estrecha con el que fuera Gobernador del Estado mejicano de Quintana Roo a quien se le vinculaba el llamado "Cartel de Juárez de drogas". El caso aunque no sea de robo, al estilo de los grandes ladrones del erario público como sucede en otros países de nuestro continente, o como era en la Cuba d ayer, es grave, porque precisamente con la calumniosa especie de que el gobierno cubano está envuelto en el narcotráfico internacional, es con lo que el gobierno norteamericano y muy especialmente la administración Republicana del Presidente Bush, pretende poner freno a la ola creciente de buena voluntad del pueblo y el Congreso norteamericano tendiente a levantar el Embargo y restablecer relaciones normales con nuestro país. Y hay hasta quien piensa que con ese pretexto de una supuesta vinculación de Cuba con las drogas se pudiera montar una agresión militar fulminante contra la isla.

Estamos seguros, de que de no haber sido separado a tiempo de su cargo el Ministro Robaina, el gobierno de Estados Unidos hubiera montado toda una campaña mundial para tratar de demostrar con ese caso que Cuba estaba vinculada al trafico internacional de drogas, como después trató de acusar al gobierno cubano de tener armas químicas o biológicas que ponían en peligro la seguridad de los Estados Unidos.

Quien no esté consciente de esa realidad no sabe dónde está parado o vive en la luna de Valencia. Por lo demás, como dice la calle, con respecto a Cuba, el cuartico está igualito.