Los periodistas curiosos que tienen preocupación por la historia acostumbran a revisar las colecciones de viejos diarios a fin de tener una visión retrospectiva de los acontecimientos nacionales o mundiales, tal como fueron reflejados por la prensa de otra época. Si tomamos, por ejemplo, un diario del 7 de diciembre de 1941, el día de ataque japonés a Pearl Harbour, que desató la cruenta II Guerra Mundial, seguramente sabríamos mas de como eran las cosas para el hombre común de aquella época que lo que nos puedan explicar los libros de historia. ¿Qué leerá un periodista de Miami en las primeras planas de los diarios dentro de 50 años? Vamos a los titulares del día de hoy, Julio 11 del año 2002. "Fuerte caída de la bolsa agrieta a Wall Street por la falta de confianza en las corporaciones." Mas titulares: "Demandan al vicepresidente Cheney por fraude", "25 millones de huérfanos por el Sida". El gobernador Bush dice que no es importante que el abogado Cantero, nieto de Fulgencio Batista haya sido defensor del terrorista Orlando Bosh". "Nueva marcha opositora pide de nuevo la renuncia de Chávez", "100 millones para proteger a los alcaldes de Colombia", "Acusado un cubano de ganarse casi dos millones con el tráfico de ilegales". "El Presidente Bush dice que no se debe hacer con las acciones de compañías lo que él hizo años atrás". "Las cirugías de las rodillas por artritis son una estafa". "Otra empresa telefónica acusada de fraude en Estados Unidos". "Sigue Argentina en crisis y en Uruguay también baja la economía". "Escándalo nacional el video de un joven negro apaleado por la policía en California", "Más israelitas y palestinos muertos reflejan poca esperanza de paz".

De Cuba en pagina interior, una información. "El ex-candidato presidencial norteamericano Ralf Nader regresa de Cuba condenando el Embargo". Sólo esta última noticia sobre la pequeña Cuba pudiéramos calificar de positiva. El resto de los titulares reflejarán, a los curiosos lectores dentro de medio siglo, que vivimos en un mundo a la deriva, como un barco que navega en encrespados mares y que no tiene ni brújula que lo guíe a puerto seguro ni capitán con experiencia para inspirar confianza en medio de la tormenta.

La diferencia de aquel mundo de hace 60 años al de hoy, está precisamente en el capitán que conduce la nave. En 1941 era Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, un Presidente que no buscaba la guerra pero que cuando fue a ella porque su país había sido cobardemente atacado, no daba palos a ciegas ni pretendía gobernar al mundo para beneficio de las compañías transnacionales, ni hacer política burda con la tragedia para beneficio de su partido Demócrata.

No. Nada de eso. Roosevelt, el gran Presidente del "Nuevo Trato" salvó al mundo de la amenaza nazi-fascista y se ganó el respeto de todos los americanos y de la humanidad, porque era todo un gran estadista.

Los periódicos de ayer enseñan mas que los libros de historia. Los diarios que hoy repasamos en sus titulares le dirán a los lectores del mañana que vivimos en tiempos turbulentos, inseguros, y en busca de un Gran Capitán.